Cataluña

El pequeño comercio catalán pierde 32.500 empleos entre 2008 y 2011

Pese a que todavía no hay datos cerrados del primer trimestre de 2012, Fraile ha apuntado a que el comercio catalán está registrando caídas de la facturación que van desde el 10 por ciento al 40 por ciento.

El secretario general de la Confederación del Comercio de Catalunya (CCC), Miquel Àngel Fraile, ha explicado que, según datos oficiales, el pequeño comercio catalán ha perdido 32.500 puestos de trabajo entre 2008 y 2011, en plena crisis.

Asimismo, Catalunya ha perdido entre 2006 y 2011 un total de 2.463 locales comerciales y más de 5.800 empresas, y las ventas cayeron el año pasado un 6,2 por ciento. Pese a que todavía no hay datos cerrados del primer trimestre de 2012, Fraile ha apuntado a que el comercio catalán está registrando caídas de la facturación que van desde el 10 por ciento al 40 por ciento, siendo los sectores más afectados los de la automoción y el equipamiento del hogar, por lo que se trata "de uno de los peores trimestres".

Fraile defendido el modelo comercial catalán --72 horas semanales repartidas en un máximo de 12 horas al día y un máximo de ocho festivos anuales de apertura-- frente a la liberalización de horarios comerciales llevada a cabo en Madrid, argumentando que mientras Catalunya ha perdido un 2,94 por ciento de los locales comerciales, la comunidad madrileña ha perdido un 7,97% entre 2008 y 2011. Ha añadido que Madrid perdió en el último trimestre de 2011 un 13,7% del empleo del sector minorista respecto al mismo periodo de 2008, lo que supone el doble de la media española (-6,19 por ciento), mientras que Catalunya perdió un 0,1 por ciento.

Además, Madrid es la comunidad que más ha bajado la facturación en este sector entre 2008 y 2010, un 17,34 por ciento, lo que supone el triple que Catalunya, que registra un descenso del 4,91 por ciento. Fraile ha negado que la liberalización de horarios comerciales implique más ventas, puestos de trabajo y competitividad, sino que, a su juicio y apoyándose en estos datos, la liberalización supondría un desplazamiento de las ventas hacia los establecimientos de gran formato que sí pueden asumir el coste de la ampliación de horarios, así como el cierre de los pequeños locales y destrucción de empleo: "Decir que la liberalización es positiva para el pequeño comercio es un fraude y un engaño".

Ha recordado que el 47 por ciento de los establecimientos comerciales están formados únicamente por el propietario, por lo que abrir en domingos y festivos perjudicará la conciliación de la vida familiar y laboral: "La reforma laboral permite que las personas que trabajan entre semana lo hagan en festivos, pero en el pequeño comercio, integrado básicamente por autónomos, esta flexibilidad que permite la norma es más complicada".

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