Hoy inauguramos una de las ediciones más especiales del Mobile World Congress (MWC). Sin duda, se nota en el ambiente hace semanas. Inauguramos también el inicio a la vuelta a la normalidad, y lo hacemos por la puerta grande. No se trata solo de tecnología, el Mobile y el 4YFN son dos de los eventos de referencia en el mundo empresarial y emprendedor, y tenemos la gran suerte de poder decir que jugamos en casa.
Mucho se ha debatido en los últimos años sobre lo que perdería Barcelona con una hipotética marcha del congreso a otra ciudad. Una edición en blanco y otra a medio camino entre lo local y lo telemático nos han dejado pistas de por dónde iría la cosa. Pero no solo perdería la ciudad.
La capilaridad de un evento como el que empieza hoy es tan grande que sus efectos se alargan en el tiempo. No se trata de los 4 días oficiales que dura el congreso. Los contactos, los negocios y las posibilidades se multiplican entre las empresas asistentes y las empresas locales, que ven como durante todo el año se materializan oportunidades nacidas aquí.
En su momento, el congreso propició que el ecosistema empresarial de la ciudad diera un salto al frente y se colocara en la vanguardia mundial. Lejos de sentir la presión, reaccionamos aceptando el reto y creo que podemos decir, con mucho orgullo, que hemos cumplido las expectativas. Barcelona se ha convertido, por méritos propios, en un foco de ideas, desarrollo, creatividad y crecimiento de empresas, tecnológicas y no tecnológicas, punteras.
Durante mucho tiempo hemos sido el ejemplo a seguir y debemos continuar siéndolo. Después de superar los obstáculos que nos ha dejado la pandemia, días como estos suponen una inyección de moral, proyectos y nuevas oportunidades que no podemos dejar escapar.
El aumento ligado a la tecnología 5G de servicios en la nube, la inteligencia artificial y lo proyectos biotecnológicos marcaron ya el encuentro del año pasado y seguirán dando que hablar en esta edición. El 5G ya nos ha dejado entrever de lo que es capaz de hacer y no hace falta ni que decir que el 6G nos traerá cambios radicales y nuevas oportunidades en múltiples campos.
En el MWC se unen jóvenes y tecnología, sin duda dos de nuestros mayores activos de futuro. La pandemia, con todos sus efectos negativos, ha dejado claro que la digitalización es el camino. Y en eso los jóvenes no tenemos rivales.
Y si el Mobile ha supuesto todos estos años una plataforma brutal para los empresarios, el 4YFN ha sido uno de los mayores aciertos para el colectivo emprendedor. El salón dedicado a emprendedores y startups ha conseguido colocar el talento nacional tecnológico e innovador en el escaparate mundial y configurar el hub más importante del sur de Europa. Tener la oportunidad de conectar con otros emprendedores, creativos y dinamizadores del ecosistema, y hacernos visibles a las oportunidades del panorama nacional e internacional.
Está claro que el MWC y el 4YFN son solo la punta de lanza. PuzzleX, el congreso internacional sobre los materiales del futuro parece el mejor complemento. Necesitamos más oportunidades como estas, oportunidades de compartir, difundir conocimiento y afianzar la comunidad local de jóvenes empresarios para favorecer el crecimiento exponencial de nuestras empresas y de nuestra sociedad.