Seat ha inaugurado este miércoles en Martorell (Barcelona) su propio centro de desarrollo de baterías, el Test Center Energy, tras una inversión de más de siete millones de euros y que da empleo a 25 personas del equipo de I+D.
Las instalaciones, aprobadas en 2020 y operativas desde después de verano tras 18 meses de construcción, son las primeras del grupo Volkswagen en Europa fuera de Alemania. Es el cuarto país con un centro de este tipo, tras los de Alemania, China y Estados Unidos, y de momento no están previstos más.
En el caso de Barcelona, se ha logrado captar por las necesidades técnicas específicas de Cupra, que son diferentes a las del resto del grupo, aunque trabajará también para Seat y el resto del grupo Volkswagen.
Todavía con la incógnita pendiente sobre dónde se ubicará la fábrica española de baterías para vehículos eléctricos vinculada al PERTE de la automoción, Seat mantiene la reivindicación de que, para electrificar la producción de Martorell, deberá tener un suministro cercano de baterías, que pesan hasta 500 kilos una vez ensambladas.
A nivel técnico, las diversas fases de montaje de las baterías eléctricas (desde la producción de las celdas a su agrupación en módulos y ensamblaje final como batería completa) se puede realizar tanto en una misma instalación como en varias, según los responsables del CTE.
El presidente de Seat y Cupra, Wayne Griffiths, ha confiado en que el PERTE de automoción se publique en breve porque "más retrasos en la convocatoria sería crítico para proyectos relevantes" del plan de electrificación de la marca, Future: Fast Forward, con 5.000 millones de inversión, y también ha incidido en que la ubicación de la fábrica de baterías en España dependerá de los incentivos y las infraestructuras necesarias para el despliegue de la movilidad eléctrica.
Griffiths ha destacado que Seat "tiene mucho que aportar" para convertir a España en ejemplo de electromovilidad en el sur de Europa, para lo que "el primer paso es electrificar Martorell". En esta transición, el CTE se suma al centro de formación sobre vehículo eléctrico que ya funciona para los empleados de Seat.
En el mismo acto de inauguración, la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, ha defendido la voluntad del Gobierno de España de contar en el país con toda la cadena de valor para producir vehículos eléctricos y conectados, lo que debe permitir el PERTE, con hasta 24.000 millones de aportación pública a los que se sumará la privada, y que está previsto publicar "en los próximos días".
El nuevo centro
El CTE de Martorell, de 1.500 metros cuadrados y ubicado en el complejo del centro técnico de Seat, cuenta con maquinaria para validar el comportamiento adecuado desde celdas a módulos y baterías, tanto para vehículos híbridos como eléctricos, y con ocho estaciones de trabajo para integrarlas en los vehículos de la marca. Podrá hacer hasta 6.000 pruebas al año.
También incluye un espacio de innovación futura que ahora trabaja en opciones para dar una segunda vida a las baterías tras finalizar su vida útil en los vehículos y antes de reciclarlas. Además, Seat prevé impulsar un programa de innovación abierta en el CTE, ofreciendo espacio físico y colaboración a universidades y centros tecnológicos.
Desde Seat destacan la importancia de contar con un CTE propio porque el tipo de batería de un vehículo eléctrico condiciona su autonomía, potencia, tiempo de carga y precio (hasta un 30% del coste del vehículo), por lo que es un factor diferencial.
La ministra Morant ha resaltado que el CTE de Seat es "pionero y único" en España, mientras que el conseller de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, ha puesto el CTE como ejemplo de la prioridad de la Generalitat de avanzar hacia una industria catalana más competitiva, que invierta en innovación e incorpore las nuevas tecnologías para transitar hacia la economía verde, para lo que Seat es un "socio estratégico" en el ámbito de la movilidad.