Cataluña

Simon invierte 15 millones para modernizar su fábrica de Olot

  • Casi duplica capacidad productiva y reduce el impacto ambiental
  • Ha creado 'joint ventures' para crecer en sudeste asiático y cargadores de vehículo eléctrico
  • Este año prevé facturar un 7% más que en 2019, hasta 295 millones, tras caer un 9% en 2020
El director de Operaciones de Simon, Albert Pérez, frente a una de las nuevas máquinas. EE

La multinacional catalana de material eléctrico e iluminación Simon Holding ha invertido 15 millones de euros en su histórica planta de Olot (Girona) para incorporar maquinaria puntera en el sector y reducir su impacto ambiental.

La inversión ha incrementado la automatización de las instalaciones y mejorado procesos, de forma que casi duplica la capacidad productiva anterior y reduce consumo energético. También se han sustituido los embalajes de plástico por papel reciclado, y la tinta por impresión láser.

La planta de Olot, que ahora trabaja a un tercio de su capacidad productiva, está pensada para abastecer al mercado europeo y latinoamericano, y será el ejemplo a seguir para las fábricas que Simon tiene en otros nueve países de los cuatro continentes para servir a los mercados regionales.

Respecto a la actividad internacional, Simon ha creado una joint venture con una empresa vietnamita con la que pretende potenciar el negocio en el sudeste asiático, y en España también ha cerrado operaciones para crecer en las áreas de software de control de sistemas eléctricos y de iluminación –con la compra de ProtoPixel- y en cargadores para vehículos eléctricos, especialmente en el ámbito doméstico –a través de una joint venture con Selba Solutions-.

La compañía familiar centenaria -van por la cuarta generación- no es ajena a los efectos de la pandemia, especialmente por lo que respecta al encarecimiento y escasez de materias primas, pero su presencia en China y la reactivación de la demanda tras el confinamiento se han traducido en unas previsiones de 295 millones de euros de facturación para este año, un 7% más que en 2019, tras caer solo un 9% en 2020, hasta 251 millones.

Se trata de cifras consolidadas, a las que habría que sumar otros 50 millones si se tienen en cuenta empresas participadas del grupo, ha señalado en rueda de prensa este martes el consejero delegado de Simon desde finales de 2019, Esteban Bretcha.

El directivo, vinculado a la firma catalana desde hace 15 años, ha explicado a elEconomista que más del 70% del negocio sigue siendo la actividad tradicional de interruptores y enchufes, mientras que alrededor del 20% corresponde a iluminación y el resto a cargadores y otras divisiones menores.

La compañía también está rehabilitando su antigua fábrica del Poblenou de Barcelona para unificar sus oficinas centrales en un edificio de 10.500 metros cuadrados. Las obras comenzaron en 2020 y prevén finalizar en el primer trimestre de 2023.

Asimismo, abrirá en breve un espacio de exposición de la marca en Madrid, y en diciembre cerrará la planta de Riudellots de la Selva por obsolescencia y simplificación operativa, tras llegar a un acuerdo de recolocación y salida para sus 88 empleados. El grupo cuenta con 4.000 trabajadores en todo el mundo, de los que 1.100 están en España.

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