La ilustradora española Isa Muguruza ha sido la encargada de diseñar una de las 12 salas temáticas del 'Museo más dulce del mundo', un espacio 'pop-up' que acaba de abrir sus puertas en Barcelona, en la cúpula del centro comercial Las Arenas.
Muguruza ha recreado una de los pequeños placeres del universo de las chucherías: mascar un chicle, y lo ha hecho con su característico trazo. Esta artista gráfica explica que se inspiró en el personaje de Violet Beauregarde, una notoria implacable y competitiva masticadora de chicle, en la película Willy Wonka y la Fábrica de Chocolate. "Es una oda al chicle y al sencillo momento de masticarlo y disfrutarlo", manifiesta Muguruza, también influencer en las redes sociales.
La sala de la ilustradora es uno de los 12 espacios que se reparten en el espacio 'pop-up' del Museo más dulce del mundo by the Sweet Art Museum -empresa portuguesa que ostenta la licencia-, que se ha establecido en Barcelona hasta el próximo 10 de enero. Se trata de una exposición interactiva y sensorial que busca la diversión del visitante pero que también le aporta información sobre la historia del dulce. El museo ya se ha realizado en Portugal (Lisboa) y en Brasil (São Paulo y Rio de Janeiro), con más de 100.000 visitantes.
En España -está previsto que a lo largo de 2021 se traslade a Madrid-, la gestión del espacio corre a cargo de la agencia de comunicación y eventos Parafina que ha llevado a cabo una inversión de 300.000 euros. Su consejero delegado Christian Halterman considera que "los españoles somos divertidos, nos gusta disfrutar con la gente que queremos y este espacio es el ideal para hacerlo, y hasta para rememorar nuestra niñez".
Halterman también expone que el espacio 'pop-up' se dirige a un público muy variado pero que es "ideal" para los jóvenes instagramers, "pero eso quiere decir de 14 a 40 años", admite. Todas las salas tienen información o juegos relacionados con cada una de ellas, que los visitantes podrán obtener a través de la app El Museo Más Dulce Del Mundo.
El museo de Barcelona ha incorporado cuatro nuevas salas con realidad aumentada, para ofrecer una experiencia sensorial completa, cada una inspirada en un dulce y recreando un universo de diversión. Como novedad, en esta edición se inaugurará la sala 'Churro Lovers', un espacio con churros gigantescos con forma de corazón donde se conocerán los secretos e historia de uno de los dulces más típicos de nuestro país y la 'Xmas Music Box', un espacio donde reina la magia de la navidad y donde los visitantes serán los protagonistas de sus propios cuentos navideños.
"Estamos viviendo un momento complicado y por eso creemos firmemente que este espacio nos ayudará a distraernos por un rato y dar rienda suelta a la felicidad", finaliza Christian Haltermann y concreta que las instalaciones se han adaptado a todos los protocolos Covid-19, limitando el aforo a 30 personas, cuando los 800 metros cuadrados del recinto podrían albergar a mil personas.
El Museo es, además de dulce, solidario. Y es que por cada entrada se donará 1 euro a la Fundación Bobath, una organización sin ánimo de lucro que trabaja, desde hace más de 30 años, centrada en el tratamiento integral y la educación de niños y jóvenes con parálisis cerebral.