
El deporte no solo es beneficioso para las personas que hacen alguno de los muchos tipos que hay, sino que también lo es para el territorio donde lo hacen. Es el caso, por ejemplo, del deporte de montaña, en cualquiera de sus modalidades, que ha ido ganando popularidad con el paso de los años y ha permitido el incremento de la oferta deportiva en Cataluña, hecho que, a su vez, ha formado un tipo de turismo relacionado con estos deportes que se ha traducido en riqueza para el territorio.
En ese sentido, competiciones como la Salomon Ultra Pirineu o la Spartan Race aportan no solo la acción de las carreras, sino dinero en hoteles, inversión en territorio y gasto en las localidades cercanas.
Por ejemplo, la Spartan Race de Les Comes, celebrada en una finca privada con 70 kilómetros de pistas forestales y 550 hectáreas de terreno entre las localidades de Súria (Bages) y Manresa, atrajo a más de 8.000 participantes en su edición de este año entre los días 11 y 13 de octubre. Durante las últimas ediciones, la cifra de participantes se ha consolidado en más de 7.000, con una asistencia de público de más de 10.000 personas. Este año, además, ha sido, según la organización, la edición más internacional de la carrera de obstáculos, con inscritos procedentes de Francia, Italia, el Reino Unido, Holanda, Alemania, Austria, Hungría, Polonia y Rusia.
Algo parecido ha ocurrido durante los últimos años con la Salomon Ultra Pirineu, una de las competiciones más duras de los Pirineos catalanes. Según datos de la organización, este año han participado un total de 3.326 personas, también procedentes de varios países. Asimismo, han declarado que el impacto económico que tuvo la prueba catalana en la edición de 2018 fue de 4,4 millones de euros.
El deporte como promoción del territorio
Está claro que el turismo que más dinero deja en las arcas catalanas al final del año es el turismo de sol y playa. No obstante, el turismo deportivo, o turismo activo, se está incrementando con el paso de los años. Este tipo de turismo se desarrolla en el medio natural, buscando alojamiento en hoteles rurales y ubicados en espacios naturales.
Así lo confirma el secretario general de deporte y de actividad física de la Generalitat, Gerard Figueras, que explica que las carreras de montaña tienen "un gran valor porque se suelen ubicar en territorios poco desarrollados turísticamente y les aportan un impacto económico significativo. Estas competiciones tienen un papel importante en la difusión y conocimiento de algunas zonas. Las ponen en el mapa a nivel catalán e internacional, de modo que son un instrumento muy importante para proyectar Cataluña al mundo". Según sus cifras, en 2016 se organizaron en la región 920 carreras de montaña que representaron cerca de 184.000 "usos turísticos".
El aumento de la popularidad de los deportes de montaña tiene su culminación en la presentación de la candidatura olímpica Pirineos-Barcelona para los Juegos Olímpicos de Invierno del año 2030. En palabras de Gerard Figueras durante su anuncio, la candidatura tiene el objetivo de "repensar las relaciones entre Barcelona y los Pirineos, de desarrollar todas las infraestructuras ya previstas y de posicionar a los Pirineos como un gran territorio de práctica de deportes de invierno a nivel internacional", con el reclamo turístico que implicaría y, con la vista puesta en el dinero, el aumento de ingresos que supondría convertirse en un espacio de referencia mundial en el que practicar deportes de invierno y de montaña.
Según detalló el secretario general de deportes, el presupuesto operativo para la organización del evento sería de 1.300 millones de euros a repartir entre inversiones del Comité Olímpico Internacional, las administraciones públicas españolas y la esponsorización, entre otras partidas.
Para saber más: Revista Catalunya