
El paso de los meses constata que los cambios normativos introducidos por Ada Colau a finales de 2018 y en vigor desde el 1 de enero de 2019, obligando a reservar para vivienda protegida (VPO) un 30% de las nuevas promociones y grandes rehabilitaciones residenciales, están frenando la construcción en la ciudad, según datos de CBRE y la Asociación de Promotores y Constructores (Apce).
Con datos hasta el tercer trimestre, la capital catalana cuenta con 258 proyectos de construcción y gran rehabilitación entre todos los sectores, un 5% menos, debido a que el dinamismo de la construcción terciaria (oficinas, hoteles y comercio) –con un 30% más de proyectos que hace un año- no ha podido compensar la caída de las obras en viviendas –del 10% interanual-.
Así lo expone la tercera edición del informe Barcelona desde el cielo de la consultora inmobiliaria CBRE, que también señala que la promoción residencial supone un 76% del total de proyectos en la ciudad y que, pese a la reducción de proyectos, el número de viviendas se mantiene estable en alrededor de 3.750 respecto al año anterior. Por el contrario, en el sector de las oficinas hay 226.000 metros cuadrados en marcha, un 75% más que el año pasado, y un 27% del total está ya reservado. Además, hay otros 329.000 metros cuadrados pendientes de obtener licencia para comenzar obras.
En el sector hotelero, hay los mismos proyectos de construcción y gran rehabilitación que hace un año, 14, pero cae un 57% el número de habitaciones que totalizan, con 795 nuevas este año.
Efectos a medio plazo
La directora de CBRE Barcelona, Anna Esteban, lamenta que tanto la normativa del 30% para VPO como las limitaciones municipales para el sector hotelero "contribuyen al envejecimiento del stock" porque desincentivan la rehabilitación, lo que comparten desde Apce.
En rueda de prensa, Esteban también ha indicado que todavía es pronto para calcular el efecto de la norma del 30% en el mercado residencial barcelonés, ya que los proyectos ahora en marcha corresponden a licencias de obras tramitadas antes de su entrada en vigor. La directora de investigación de CBRE, Lola Martínez-Brioso, ha calculado que el impacto se verá a partir de 2020.
Desde CBRE también consideran que el precio del suelo y activos residenciales en venta para su rehabilitación integral tampoco se han adaptado todavía a la nueva normativa, y auguran un impass de año y medio desde su entrada en vigor.
Así, a la incertidumbre regulatoria –también ha habido suspensión de concesión de licencias en Gracia y Horta el último año- se suma que los promotores no cierran compras para nuevos proyectos porque no están dispuestos a pagar los precios actuales, ha explicado a elEconomista el director general de Apce, Marc Torrent.
"Pedimos consensos amplios y colaboración público-privada. Esa será la solución al problema de vivienda"
Torrent también reclama que se ponga en marcha la comisión de seguimiento de la medida de reserva del 30% para VPO que el Ayuntamiento anunció hace más de un año, para constatar los efectos que está produciendo y revisar lo que sea mejorable: "Pedimos consensos amplios y colaboración público-privada. Esa será la solución al problema de vivienda".
Según datos de la Generalitat recopilados por APCE, el panorama se presenta desfavorable para la ciudad de Barcelona, donde el inicio de obras hasta el mes de septiembre continúa en signo negativo, con un total de 787 viviendas iniciadas frente a las 1.761 de un año antes, que representan una disminución del 55,3%. La evolución de las viviendas acabadas ha mantenido la tendencia negativa de su acumulado en lo que va de año, con un -34,5% de variación.
Construir para alquilar
CBRE también ha identificado una tendencia todavía incipiente pero creciente entre los promotores: construir para alquilar. Hay casos como Núñez y Navarro, Corp y Uniq, y Esteban lo atribuye a la evolución del perfil de la demanda residencial, con jóvenes que no quieren o no pueden permitirse comprar un piso, y con cada vez más residentes internacionales en la ciudad, que también optan por el alquiler.
Torrent ratifica que la promoción para alquiler "es un nicho con mucha proyección de futuro" porque los jóvenes, por voluntad de no comprometerse con un domicilio concreto o por necesidad al no tener ahorros suficientes para comprar (se requiere hasta un 33% del valor de la vivienda para abordar hipoteca e impuestos), buscan vivir de alquiler. También los trabajadores y estudiantes internacionales que vienen por un tiempo a la capital catalana.