
Las empresas con apoyo de Iberaval facturan 12,23 puntos más que aquellas que no tienen garantías, invierten en bienes de capital un 12,36 por ciento por encima; y generan un 9,21 por ciento más de empleo
La financiación garantizada por Iberaval a pymes y emprendedores tiene un efecto positivo contrastado en el crecimiento de las empresas según se destaca en el informe «Evaluación de la adicionalidad económica y financiera de Iberaval», realizado por cuatro de los mayores expertos académicos del mundo en sistemas de garantía.
Dicho documento pone de manifiesto la relevancia del respaldo de Iberaval en la financiación y el empleo de las pymes.
El informe aporta, entre sus conclusiones, que la intervención de Iberaval posibilita un incremento en el acceso a financiación (deuda financiera) de las empresas atendidas del 21,8 por ciento.
Esa mayor disponibilidad de recursos entre las pymes se traduce en facturación, dado que las beneficiarias del aval logran un crecimiento en sus ingresos del 18,5 por ciento, frente al 7 por ciento que obtienen aquellas compañías que no cuentan con el aval de la sociedad de garantía (SGR) con origen en Castilla y León. Esto quiere decir que el crecimiento de los ingresos en las firmas garantizadas ha sido mayor que entre las que no tuvieron un aval de la SGR de Castilla y León.
También apunta que mayor financiación con esta sociedad de garantía implica más inversión, con un incremento de bienes de capital entre las empresas beneficiarias del aval de Iberaval del 12,8 por ciento (frente al 0,3 por ciento de aquellas que no accedieron a un aval de la SGR).
Cuatro empleos por compañía
Asimismo, las empresas que logran el respaldo financiero de Iberaval incrementan en casi un 20 por ciento (19,6) el empleo, con una media de cuatro puestos de trabajo nuevos por compañía. Aquellas empresas no respaldadas por la sociedad de garantía, avanzan también en el aspecto de contrataciones, pero de una manera más ralentizada, en un 11,2 por ciento, con una media de dos empleos más.
El estudio, elaborado por los profesores Mariano Carbonero, Horacio Molina y Jesús Ramírez, de la Universidad Loyola Andalucía; y Pablo Pombo, de la Universidad de Córdoba, en colaboración con el Departamento de Tecnología e Informática (IT) de Iberaval, remarca que las empresas que han contado con el aval de la SGR tienen mayor deuda financiera, concretamente un 20,6 por ciento sobre el total de la deuda más que el resto.
Análisis estadístico novedoso
Este informe, que parte de un análisis estadístico de operaciones de 2016 y 2017, incorpora una metodología de emparejamiento de datos innovadora, que ha permitido un nivel del 100 por cien de similitud, lo que facilita que los resultados sean mucho más fiables y rigurosos.
«Evaluación de la adicionalidad económica y financiera de Iberaval» es un estudio estadístico sobre variables que exigen una comparación entre anualidades diferentes y que demanda datos internos, pero también externos a la entidad que se evalúa.
Una circunstancia que implica un decalaje para analizar su incidencia en la evolución de los proyectos y su incidencia en ámbitos concretos, como el empleo.
El informe, que han presentado esta mañana el director general de Iberaval, Pedro Pisonero, y los profesores Horacio Molina y Mariano Carbonero, incorpora una muestra de 1.380 empresas, de las que fueron beneficiarias del aval de Iberaval, mientras que el resto no obtuvo su respaldo. Las candidatas de este último grupo, se seleccionaron sobre un conjunto de control de 28.959 compañías.
Los autores del informe acumulan décadas de trabajo científico en torno a la economía en general y las sociedades de garantía, en particular.
Entre sus hitos académicos destaca un Premio de Investigación Económica de Unicaja, en 2007, sobre la Clasificación empírica de los sistemas de garantía, así como el desarrollo de tesis doctorales y decenas de publicaciones científicas.
Estos estudiosos han participado en grupos de trabajo del Banco Mundial sobre diseño, implementación y evaluación de los Esquemas de Garantía de Crédito para pequeñas y medianas empresas en 2015 y 2017.