
El Colegio de Ingenieros de Montes de Castilla y León considera que el auto del el Tribunal Superior que prohíbe la caza en la Comunidad es "desproporcionado" además de que adolece de "desconocimiento de los ecosistemas".
Los ingenieros, por el contrario consideran que la caza ha demostrado ser "compatible" con la supervivencia de las especies cinegéticas.
El colectivo recuerda que todos los terrenos cinegéticos se encuentran regulados por planes de caza elaborados "para cada coto" que establecen las especies y cantidades que se pueden cazar de forma sostenible para ese ecosistema concreto. Por ello, el riesgo para las especies cinegéticas si se mantiene la caza "es mínimo" como "se viene demostrando desde hace décadas". "Es absurdo pretender que las poblaciones de corzo, jabalí, conejo o ciervo pueden sufrir daños irreversibles si se sigue cazando un año más con la información disponible hasta ahora, que por otra parte va mejorando de forma acumulativa", sostienen.
Los ingenieros rebaten el pricnipal argumento del TSJ de la inexistencia de censos actualizados. No obstante, añaden que si para la Sala "pueden no ser suficientes" para alguna especie o zona, se podría haber suspendido cautelarmente "el carácter cinegético de esa especie en alguna zona" pero la suspensión de toda la orden resulta "claramente desproporcionada".
De la misma forma, los ingenieros consideran que las especies cinegéticas lo son en los terrenos donde está permitido cazarlas porque, en las condiciones actuales, sus poblaciones han demostrado soportar "una tasa sostenida de extracción de individuos". Si el control cinegético desaparece, auguraron que esas especies pueden reducir "drásticamente" su mortalidad y tendrán a expandir sus poblaciones en detrimento de las demás, lo que no es un problema en el caso de las aves, pero sí puede serlo en el caso de los mamíferos.
"La proliferación de conejos, jabalíes, corzos y ciervos puede ser catastrófica para la vegetación, la fauna y los cultivos de muchas comarcas", argumentan. Por último, insisten en que el nivel de profundidad de los estudios "realista" y dista mucho del que parece insinuar el auto. "Los trabajos de campo para censar especies absorben muchos recursos, y para las especies cinegéticas las técnicas basadas en datos de capturas son suficientes para estimar la evolución de una población y en su caso introducir correcciones en los planes y cupos de caza autorizados", recalcan.