Castilla y León

La demanda de agua para regadío en la cuenca del Duero se redujo un 42% el pasado año hidrológico

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La demanda de agua para regadío en la Cuenca del Duero disminuyó en la última campaña en unos 1.428 hectómetros cúbicos respecto a lo estimado, lo que supone un descenso del 42 por ciento.

El Consejo del Agua de la Demarcación Hidrográfica del Duero ha conocido este lunes el informe anual del Plan Hidrológico 2017/2018, donde se han abordado cuestiones relacionadas con la evolución de los recursos hídricos disponibles y su calidad, la evolución de las demandas de agua, el grado de cumplimiento de los regímenes de caudales ecológicos, así como la aplicación de los programas de medidas y los efectos sobre las masas de agua.

Una sesión en la que la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero, Cristina Danés, ha dado cuenta de la Resolución por la que se modifica la Orden de contadores que regula los sistemas para el control efectivo de los volúmenes de agua utilizados.

La modificación afecta a las categorías de los aprovechamientos, que pasan a definirse por los volúmenes máximos anuales en vez de por caudales máximos, al tiempo que se flexibilizan los requisitos de los dispositivos de control a los regadíos en zonas de montaña, con infraestructuras poco eficientes y en los que hay dificultades prácticas insalvables de cara a la fiabilidad de los volúmenes derivados. De esta forma, el Organismo atiende la propuesta hecha desde la Asociación de Comunidades de Regantes de la cuenca del Duero, Ferduero, para poder cumplir los requisitos de la Orden de contadores.

En cuanto a los recursos hídricos, el año hidrológico 2017/2018 ha sido catalogado como húmedo, con un otoño y un invierno marcados por la sequía que venía soportando la demarcación; y una primavera y comienzo de verano excepcionalmente húmedos, destacando los meses de marzo y abril.

Los recursos hídricos que han pasado a Portugal por el Duero han sido 6.340 hm3, superando ampliamente los 3.800 hm3 que fija el Convenio de Albufeira.

Las demandas de agua han sido menores a las establecidas en el Plan 2016-2021, debido fundamentalmente a la reducción en el regadío. El volumen total para este uso disminuye en la última campaña en unos 1.428 hm3 respecto a lo estimado (de 3.361 a 1.933 hm3), lo que supone un descenso del 42%, destacando el cumplimiento generalizado del régimen de caudales ecológicos mínimos.

Sin mejoría en aguas subterráneas

En cuanto a las aguas subterráneas, se continúa sin observar una mejoría de las seis masas de agua en mal estado. La piezometría identifica ciertas áreas en las que se mantiene la tendencia descendente del nivel del agua y los índices de explotación no mejoran, con un deterioro respecto al Plan Hidrológico en las masas de Páramo de Cuéllar, Medina del Campo y Tierra del Vino.

Tras la actualización de estos índices, se han detectado algunos municipios en masas en buen estado cuantitativo donde la elevada concentración de bombeos pone en riesgo los niveles piezométricos y pueden tener incidencia en aprovechamientos existentes. Esto ha llevado a limitar las nuevas extracciones en 33 municipios colindantes con masas en mal estado, en las provincias de Valladolid, Segovia y Zamora.

Con respecto al estado de las aguas superficiales se constatan avances. Actualmente hay un 60% de las masas de agua superficial en "buen estado" o "buen potencial" ecológicos frente al 30% de la situación del Plan Hidrológico. Por su parte, en el estado químico hay una leve mejoría, con un 98% de las masas en buen estado químico frente al 95% recogido en el Plan.

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