El Ministerio de Fomento invertirá el próximo año más de 28,4 millones de euros en el tramo entre las provincias de Burgos y Soria de la Autovía del Duero (A-11), un proyecto largamente esperado y que sufre un retraso de años.
La conversión de la N-122 en autovía verá incrementada la inyección de dinero respecto a este año un 74,4 por ciento. La inversión se reparte entre 15 tramos aunque la mayoría del dinero se quedará en el tramo que atraviesa las provincias de Burgos y Soria.
La variante de Aranda de Duero, único tramo en obras, recibirá 2,92 millones, mientras que 8,21 millones serán para el trazado entre Langa y Aranda. El resto de tramos sorianos, cuyas obras se pospusieron por la falta de dinero, contarán con 17,6 millones de euros (2,64 millones para el tramo entre Langa y San Esteban de Gormaz; 3,4, para el de San Esteban-Enlace de Santiuste; 3,5, para el de Santiuste-El Burgo de Osma; 5,5, para el de Santiuste-Venta Nueva; y 2,63 millones para el último, La Mallona-Venta Nueva).
Las cuentas prevén 200.000 euros para la redacción del proyecto entre los tramos vallisoletanos de Tudela de Duero y Quintanilla de Arriba, cuyo trazado se ha aprobado y desbloqueado en los últimos años por su proximidad a las principales zonas vitivinícolas de Ribera del Duero.
Además, se destinarán 32,5 millones a la Ronda Noroeste de Burgos y 17,9 millones al tramo Radona-Medinaceli de la Autovía de Navarra (A-15).