
Tradición, calidad e innovación han sido las bases sobre las que la compañía maragata ha logrado convertirse en todo un referente en el mundo de la cecina y que les ha hecho merecedores de distinciones como las dos medallas de oro del Great Taste Awards, considerados como los Oscar de la gastronomía, para sus cecina y sus lomos.
La apuesta por la calidad comienza con la elección de las grandes piezas de carne que se utilizan para preparar sus productos, procedentes de vacas o bueyes de un mínimo de cinco años para garantizar el adecuado nivel de grasa infiltrada y lograr una cecina jugosa.
Todo el proceso, desde el cortado de las piezas, al salado, la curación y el ahumado -con auténtica leña de roble y encina- se realizan a la antigua usanza sin la utilización de ningún tipo de conservantes ni aditivos. CecinasPablo es una de las primeras empresas del sector que marca cada pieza con la fecha exacta de producción para que el consumidor tenga la certeza del tiempo de curación, que suele oscilar entre los 14 meses.
Se trata, explica Pablo Barros Cordero, "de hacer las cosas cada día lo mejor que sabemos para fidelizar al cliente, con el que tenemos un compromiso total".
Este joven economista supo desde pequeño que estaba llamado a seguir con el proyecto empresarial de su padre. Tras terminar sus estudios de Económicas, en los que fue Premio Fin de Carrera, y después de trabajar en Campofrío, se incorporó a la empresa. Hoy vive con la misma pasión que su hermana Belén -licenciada en Biología y con un máster en Reino Unido- el día a día de una empresa que se ha convertido en uno de los exponentes del pujante sector agroalimentario.