El Gobierno ha puesto definitivamente en marcha, eso sí, obligado por Europa, la esperada modificación para que las agencias privadas de colocación puedan intermediar en el mercado laboral. La medida, cuya tardanza estaba impacientando al sector, es una grandísima noticia para acabar con la que es hoy la principal lacra de nuestro país: el paro.
Ahora, deben ser las comunidades autónomas las que pongan en práctica la medida con la firma de los acuerdos correspondientes con las agencias de colocación privada.
Castilla y León ya ha empezado a hacer los deberes en este sentido y, bajo el paraguas del Diálogo Social, ha diseñado una reforma del Servicio Público de Empleo (Ecyl) que dará cabida a la colaboración pública-privada.
Los recelos de los sindicatos amenazan sin embargo con condicionar la efectividad del cambio que permite que las agencias privadas entren en escena. Costó, y mucho por cierto, que ese término de colaboración público-privada se pudiese incluir en el acuerdo por la fobia que tienen los sindicatos a todo lo que no sea público. Por lo que se ve, UGT y CC.OO. siguen viviendo en su particular utopía atrapados en unos clichés decimonónicos incomprensibles.
En vez de reconocer el fracaso de este servicio público, han conseguido reforzar el Ecyl. Así, se va a potenciar la red de 54 oficinas del Ecyl y crear Puntos de Atención Personalizada no permanente en municipios donde se considere conveniente. Mucho me temo que eso implicará incrementar los gastos de un servicio que hasta ahora apenas participa en el 3 por ciento de las contrataciones.
A partir de ahora toca desarrollar reglamentariamente todo esto y es donde se verá realmente si habrá una apuesta real para que los nuevos intermediarios tengan un papel activo. Ya nos imaginamos que los sindicatos van a intentar que todo siga igual, para desgracia de los parados. Pero la administración no puede caer en la tentación de ceder para mantener contentas a las centrales. Las abultadas listas del paro no lo permiten.
RAFAEL DANIEL
Delegado de elEconomista en Castilla y León
