
Las relaciones entre la Junta de Castilla y León y el Gobierno vuelven a echar chispas a causa de Garoña. El retraso del Ministerio en publicar la modificación normativa para ampliar el plazo de solicitud de la prórroga de la vida útil del reactor atómico, que ha obligado a Nuclenor a presentar los documentos asociados al cierre, llevó ayer al consejero portavoz del Ejecutivo castellano y leonés a calificar de "insensatez" lo que está ocurriendo con la central.
José Antonio de Santiago emplazó a José Manuel Soria a que "plasme en una norma administrativa" la ampliación del periodo de explotación de la central. "Todo lo que está pasando es una insensatez", dijo, tanto por parte del Gobierno como de la empresa propietaria, Nuclenor.
El portavoz del Gobierno autonómico pidió que impere la "cordura" y el "sentido común" y repitió que ni la empresa, ni el Ejecutivo central están teniendo un ?comportamiento ejemplar?. De no modificarse la orden antes, la central tendría que comenzar a desmantelarse el 6 de julio.