
Industria deja pasar el plazo del cambio legal que permite su prórroga
Nuevo enredo con Garoña. Después de que el Consejo de Seguridad Nuclear autorizase en tiempo récord la posibilidad de que se ampliase un año el plazo para solicitar la renovación de la vida útil de la central nuclear, el Ministerio de Industria ha dejado pasar la fecha límite para que esa petición se pudiese materializar. El resultado es que, de momento, la central burgalesa tiene fecha de caducidad y tendría que cerrar el próximo 6 de julio.
El Ministerio tenía que publicar antes del pasado 1 de junio la modificación de la orden que fijaba en el mes de septiembre del pasado año el plazo máximo para solicitar la prórroga del reactor, el más antiguo de España, plazo que la empresa propietaria dejó pasar por entender que las instalaciones ya no eran viables ante el nuevo marco fiscal. Sin embargo, Nuclenor cambió de criterio y el pasado mes de mayo solicitó que se ampliase de nuevo el periodo ante la posibilidad de solicitar la reapertura.
Pese a la rapidez del Consejo de Seguridad Nuclear en dar su visto bueno a tal modificación, el departamento que dirige José Manuel Soria no ha publicado en el Boletín Oficial del Estado dicha modificación, por lo que Nuclenor, participada al 50 por ciento por Endesa e Iberdrola, se ha visto obligada a presentar los documentos oficiales asociados al cese de la explotación siguiendo los procedimientos administrativos vigentes ya que la central tendría que cerrar el 6 de julio de forma definitiva si el Ministerio no modifica antes la orden.