El último Comité Ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industria de Valladolid, que preside José Rolando Álvarez, aprobó en su última reunión sumarse a la petición del Ayuntamiento para que el casco histórico de la capital sea declarado zona de gran afluencia turística y, por tanto, se permita la apertura de comercios todos los días del año.
La Cámara es una de las instituciones a las que la Junta de Castilla y León ha solicitado dictamen sobre la petición de la Concejalía de Comercio, a cuyo frente está Mercedes Cantalapiedra, para declarar a la capital como zona de gran afluencia turística.
La propuesta del Ayuntamiento fue aprobada con los votos en contra de Jabier Labarga, presidente de la Federación de Comercio y Servicios de Valladolid (Fecosva) y de Rafael Monedero. No estuvo presente Alejandro García Pellitero, presidente de la Asociación Vallisoletana de Comercio (Avadeco), según confirmaron asistentes a la cita. Oficialmente, la Cámara ha negado que este asunto haya sido tratado.
La solicitud de adhesión ha sido enviada también a organizaciones de comerciantes como Avadeco y Fecosva, que siempre han mostrado su oposición a la liberalización total del comercio.
Pese a que en la actualidad los establecimientos de menos de 300 metros puede abrir cualquier festivo, la liberalización sí beneficiaría a centros como El Corte Inglés y a todas aquellas tiendas pertenecientes a cadenas que aunque tienen menos de 300 metros también está la prohibición.
Otro de los colectivos a los que favorecería la medida serían los comerciantes del Mercado del Val, que está en proyecto de remodelación para convertirlo en una zona comercial y de ocio al estilo del Mercado de San Miguel de Madrid.
La última reforma de los horarios comerciales aprobada por el Gobierno amplió de 8 a diez el número de festivos que se puede abrir. La Junta aún no ha adaptado su legislación a la nueva norma.
La petición del Ayuntamiento ha causado un profundo malestar entre el comercio minorista, máxime cuando el alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, fue uno de los pocos responsables municipales que se mostró totalmente contrario a la declaración de zona de especial afluencia turística. Pocos meses después, cambió de criterio.
El Ayuntamiento de Valladolid promueve la libertad comercial total en el casco histórico
