
Santiago Aparicio afronta su tercer mandato como máximo responsable de la patronal de Castilla y León con un gobierno de coalición que ha puesto el Diálogo Social en el punto de mira.
¿Cuál es la situación que viven las empresas de la región?
No es nada buena, similar a la del resto de España y gran parte de Europa, con una diferencia importante, que en Europa tienen ayudas a fondos perdido y aquí ni una. Las Comunidades han sido mucho más generosas con los sectores más damnificados. La situación es muy complicada porque cuando no habíamos salido del Covid, llegó una subida de impuestos importante y sobre todo una intervención para que las empresas no puedan ganar dinero y se limiten sus beneficios. No nos gusta la política intervencionista del Gobierno, que tiene a las empresas en la diana, en vez de que se visualice el esfuerzo que hacemos por sacar este país y esta comunidad adelante.
Mañueco ya ha dicho que prorrogará el presupuesto ¿Como lo valora?
Es complicado que con el presupuesto prorrogado se puedan cumplir muchas de las expectativas que expuso en su discurso de investidura. Por eso hay que establecer prioridades y dotarlas presupuestariamente.
¿Cuáles son esas prioridades?
Primero, dar estabilidad al Gobierno para que haya normalidad y seguridad jurídica. Luego hay que seguir bajando impuestos y aplaudimos la bajada en el medio rural y en el IRPF pero queda el de Patrimonio. También hay que darle un impulso fuerte a la educación, y sobre todo a la FP y dentro de esta a la Dual. Además, hay que fortalecer la industria para que alcance el 20% del PIB. También potenciar la innovación, la internacionalización y la digitalización.
Por segunda vez hay un socio en el gobierno regional que cuestiona el Diálogo Social. ¿Resistirá esta vez?
No he visto que lo cuestionen como tal sino que han dicho que hay que cambiar algunas cosas, fundamentalmente las partidas presupuestarias. Creo que es algo que no conocen y muchas veces los partidos nuevos no saben realmente cuál es el papel de los agentes económicos y sociales. El artículo 7 de la Constitución nos ampara, tanto a CEOE como a UGT y Comisiones Obreras, como representantes de las empresas y de los trabajadores. El Diálogo Social es el ámbito en que se ha venido trabajando durante muchísimos años para llegar a acuerdos en beneficio de la sociedad. Eso, si se lo explicamos bien, lo van a entender por qué en Castilla y León hemos llegado a más de 100 acuerdos. No tengo ningún miedo y creo perfectamente que se puede seguir llegando a acuerdos con el Gobierno actual.
El posicionamiento de los sindicatos contra Vox ha sido claro ¿Es necesario rebajar el tono?
Nosotros tenemos la obligación de sentarnos y negociar con el gobierno y no somos quien para poner cordones sanitarios. En ese sentido, nos debemos a lo que ha dicho la ciudadanía de Castilla y León. Vox es un partido que está dentro de la Constitución y no se puede decir absolutamente nada. Se está sobreactuando por parte de algunos partidos y sectores y todo el mundo merece un margen de confianza Si llegado el momento se está sobrepasando e intentan dilapidar el Dialogo Social o cualquier otro tema importante para el devenir de Castilla y León entonces diremos lo que tengamos que decir, pero hay que darles un voto de confianza. Que los sindicatos llevan otra política, ellos sabrán pero nosotros siempre hemos rebajado el tono. En Madrid hay un Gobierno que te puede gustar más o menos pero con el que nunca nos hemos negado a negociar.
Hace unos días fue reelegido para su tercer mandato. ¿Lo considera un refrendo a su gestión?
Cuando la junta directiva que representa a todos los integrantes de la asamblea te da un aval unánime es un espaldarazo y quiere decir que hay un trabajo bien hecho. Me siento muy orgulloso de lo conseguido y sobre todo de la gente que compone la directiva porque han ayudado mucho a tener cohesión y a que rememos en la misma dirección en favor de los intereses de Castilla y León y de sus empresarios.
El otro día un empresario me decía que no conocía a nadie que haya accedió a los Fondos Next Generation. ¿Tiene la misma impresión?
Pues estamos igual. Es algo preocupante que esos fondos no lleguen a las empresas. El departamento de CEOE que se creó está totalmente despistado, no da crédito a la situación. Parece que se va a poner a funcionar el Perte de la Automoción y el Agroalimentario, pero eso son para grandes empresas y ahí creo también que se debería modificar la aportación que tienen que hacer las empresas, que ahora está en torno al 60%-70%. Se debería invertir ese porcentaje porque va a ser muy difícil que salgan todos los proyectos y sería una desgracia que al final lo tengamos que devolver por una mala gestión del Gobierno.
La UE ha dado el visto bueno a una fiscalidad diferenciada para Soria. ¿Por qué cree que el Gobierno no termina de aplicarla?
Estamos preocupados porque si no quieren que se implante en ninguno territorio de los que tienen derecho, Soria, Cuenca y Teruel, se lo podían haber dicho a la Comisión, que autorizó hace un año una desgravación de entre el 1 y el 20% de los costes laborales a las empresas que se instalen. El Gobierno juega al despiste, dice que sí a todo pero luego hace lo contrario.
Se cumplen tres meses desde la reforma laboral. ¿Qué balance hace?
Nos ha pillado en una situación compleja, con la guerra de Ucrania, el alza de los precios…Esta Semana Santa ha sido un buen termómetro y no ha habido ningún problema para aquellos que creían que les podía perjudicar.
¿Ve posible un pacto de rentas?
Lo veo complicado. Los pactos tienen que venir por parte de empresarios y sindicatos a través de los convenios colectivos. Un pacto de rentas se puede hacer así. La última oferta de la CEOE fue bastante razonable porque no podemos entrar en una espiral inflacionista y hay que tomar medidas drásticas aunque sean dolorosas para que no se convierta en estructural.