Valladolid
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha reprochado este miércoles a patronal y sindicatos de "estar desenfocando el tiro de la preocupación de los ciudadanos" por sus críticas a la interlocuión en el Diálogo Social.
El dirigente autonómico ha recordado a modo de ejemplo que la gente en la calle está preocupada por la vacuna y por la recuperación de la crisis generada por la pandemia del coronavirus. "Todo lo demás, siendo importante es secundario", ha zanjado el presidente de la Junta en respuesta a las críticas vertidas por los máximos responsables de CEOE Castilla y León, Santiago Aparicio, y los secretarios regionales de UGT, Faustino Temprano, y Vicente Andrés, tras una reunión con el líder del PSCyL, Luis Tudanca.
Mañueco ha enviado un mensaje de "tranquilidad" y de "serenidad a todo el mundo" con una recomendación expresa a no ponerse más nerviosos de lo normal, máxime en estos tiempos de pandemia, para pedir un esfuerzo por contribuir con palabras y hechos y con serenidad y con sosiego a la recuperación de Castilla y León y "sin sacar frases de contexto".
El presidente de la Junta ha trasladado su confianza y la de todo el Gobierno a la consejera de Empleo, Ana Carlota Amigo, de Ciudadanos, y a todo su equipo y ha reiterado que el diálogo social consiste en poner sobre la mesa propuestas distintas y contradictorias para buscar un lugar común y el encuentro.
Un día antes, Aparicio, Temprano y Andrés habían considerado "decepcionante" que el presidente de la Junta viva "de espaldas a la realidad" ante la "persecución" al Diálogo Social que achacan al grupo minoritario en el Gobierno conjunto, Ciudadanos.
Los tres integrantes del Diálogo Social han comenzado con el máximo responsable de la oposición, Luis Tudanca, una nueva ronda de contactos ante el "mucho desasosiego" que están creando los planteamientos de los liberales en torno al Diálogo Social, con una referencia expresa a la "amenaza de desaparición o de transformación" de las fundaciones del Serla y Anclaje, en lo que han considerado un "ataque directo" a los trabajadores.
