Valladolid
En general no suelo ser mucho de criticar, pero hoy, pasadas justo dos semanas de esta situación tan especial que nos está tocando vivir por el COVID-19, me gustaría poner de manifiesto unas situaciones que sí creo que son criticables.
Soy gestor administrativo, de una empresa familiar radicada en Castilla y León desde hace más de 65 años, y llevamos todo tipo de asesoramiento a nuestros clientes en el ámbito laboral, fiscal contable, mercantil, etc., y estas dos semanas están siendo muy desagradables para nuestro sector (gestores administrativos, asesores, graduados Sociales, abogados). Y lo están siendo así fundamentalmente por los errores que van cometiendo uno tras otro nuestros gobernantes al legislar.
Voy a destacar varios aspectos que me parecen fundamentales: el día 14 de marzo se declara el Estado de Alarma, con las consecuencias de confinamiento y cierre que suponen para el país de 15 días prorrogables, y el Gobierno se da tres días para redactar las medidas económicas que ayuden a paliar esa situación.
Y ahí, en esa redacción, para mí ya cometen un error terrible, y lo argumento: en esos días con todo el mundo con el que hablé sabíamos que no iban a ser 15 días. Todo el mundo con el que comentaba la situación tenía claro que hasta después de Semana Santa nada, y siempre que todo fuera a favor. Todos teníamos claro que uno o dos meses no nos los quitaban nadie. Y en esa situación entiendo que el Gobierno tendría la misma impresión, ¿o realmente están en otro mundo tan diferente?
No se puede tolerar que esas medidas del día 17 de marzo, publicadas el 18 en el RD 8/2020, sean farragosas, poco claras, de interpretaciones variadas y de muy difícil aplicación. En ese momento el Estado debía haber publicado unas ayudas claras, sencillas y de fácil y rápida aplicación, teniendo en cuenta el confinamiento al que estaba sometido el país.
Bien rápido cerraron las Administraciones al público y, de eso no se percató el Estado, generaron normas que implicaban el consentimiento expreso de la Administración en 5 días, algo claramente irrealizable.
No se puede tolerar que un autónomo tenga que justificar una caída de sus ingresos del 75%, eso es obligar a la quiebra técnica a cualquiera (como muestra, países más centrados han valorado esas caídas en un 30%).
Y a partir de ahí, una vez fallado el primer tiro, todo de mal en peor. Cada real decreto que han ido realizando, en vez de arreglar posibles errores de los anteriores, ha ido complicando más la vida de todos. En el RD 9/2020 de 27 de marzo, publicado el 28 de marzo, sábado, prohíben el despido por causas objetivas ¡Gran medida, ayudará mucho!
Y además, una vez se han dado cuenta de que su RD 8/2020 es imposible de llevar a cabo, intentan arreglarlo agilizando la tramitación y el abono de las prestaciones por desempleo, y vuelven a fallar estrepitosamente, cometiendo los mismo errores que en el primero:
legislan de tal manera que ni la Administración, ni las empresas ni los gestores podemos cumplir en plazo estas normas.
Ante el estupor que nos causa esto en un sábado, no contentos con el dislate y la improvisación, el domingo 29, a eso de las 23:30 horas, el RD 10/2020 para el permiso retribuido recuperable de personas trabajadoras por cuenta ajena que no presten servicios esenciales: de esto casi mejor no decir nada.
Por rematar el tema, en este maravilloso país de 50 provincias y 17 Comunidades, hoy, 31 de marzo, en el BOCYL, la Consejería de Empleo e Industria publica la Orden EEI/334/2020 en la que se amplía sus plazos para resolver los ERTES ante la ingente cantidad que tienen para resolver, y se crean paradojas sobre qué norma se deben de cumplir, si la del BOE o la del BOCYL.
Yo ya he pedido cita en el psiquiátrico para cuando esto acabe y no señores, esto no es ni "Gestores al borde de un ataque de nervios", ni el chiste de los Hermanos Marx de "la parte contratante de la primera parte", ni nada que se le parezca. Esto es la realidad que nos está tocando vivir a todos los gestores y asesores, a todas las empresas y a todos los trabajadores, y esta situación no es sobrevenida, en buena medida es provocada.
Si, señores, sí, yo creo que esto es criticable y se debe conocer y criticar, si además a ello le sumas la rueda de prensa de la ministra de Trabajo, en mitad ya del confinamiento, enfrentando a empresas y a trabajadores, separándonos en esta situación tan excepcional, poniendo el foco del problema en los posibles fraudes que las empresas van a cometer.
Si esto no es motivo de que estas personas asuman sus responsabilidades (como estamos haciendo todos) y dimitan, o se las hagan asumir y los cesen, yo ya es que no entiendo nada…
No obstante, por variar, seguiremos trabajando, manteniendo el empleo, arrimando el hombro, ayudando a nuestros clientes con todo el mejor saber del que seamos capaces, y agradeciendo a nuestro personal el esfuerzo inhumano que están realizando en estos días.
JORGE RUIZ
Socio y administrador de Gestoría Mays