Revés para el proyecto de la cooperativa Acor para producir bioplásticos a partir de residuos de la remolacha. Bio-On, la empresa tecnológica italiana que había patentando la producción de plásticos PHA a partir de polímeros obtenidos mediante la formación de plantas ricas en almidones y azúcares, está siendo investigada por la Fiscalía de ese país por falsas comunicaciones corporativas y manipulación del mercado. Su presidente, que fue arrestado, ha presentado su dimisión.
El anterior equipo gestor de la cooperativa vallisoletana, que presidía Carlos Rico, había firmado un acuerdo de exclusividad para desarrollar la tecnología en España y Portugal, para lo que había adelantado 200.000 euros.
El proyecto pretendía aprovechar las oportunidades que apuntan las previsiones de un incremento exponencial durante los próximos años del uso de plásticos biodegradables.
Los problemas judiciales de Bio-On pueden ser la puntilla para un proyecto que había sido seriamente cuestionado por los actuales responsables de la cooperativa, presidida por Justino Medrano, que había anunciado un estudio en profundidad antes de iniciar la construcción de la planta para producir plásticos.
"Campaña nefasta"
A esto se unen los malos resultados económicos de la cooperativa, que al cierre del ejercicio fiscal en junio, acumuló unas pérdidas de 13,9 millones de euros antes de impuestos. Según la memoria anual, las cuentas de la compañía vallisoletana se han visto impactadas "muy negativamente" por "tres grandes causas": la "continua y drástica" caída de los precios medios de venta del azúcar, la "pésima y complicada" campaña a nivel agrícola e industrial y el mantenimiento del compromiso de asegurar unos ingresos mínimos de 42 euros por tonelada de remolacha.
"La campaña 2018/19 pasará a la historia como una de las más nefastas que se han vivido en toda Europa", explica en la Memoria Justino Medrano con los precios medios del azúcar en el mercado comunitario marcando el "mínimo absoluto" desde que hay registros a lo que han unido los rendimientos "históricamente bajos y la pésima calidad" de la remolacha, que dificultó la molturación y la extracción del azúcar en la gran mayoría de las fábricas.