Madrid
La compañía minera anglo australiana Rio Tinto ha alcanzado un acuerdo para la adquisición de Arcadium Lithium, valorada en unos 6.700 millones de dólares (6.100 millones de euros al cambio actual), según informaron las empresas en un comunicado.
Rio Tinto pagará 5,85 dólares en efectivo por cada acción de Arcadium, lo que representa una prima del 90% respecto del precio de cierre de los títulos de la empresa el pasado viernes, última fecha antes de que apareciesen informaciones sobre una posible compra.
La transacción, que ha sido aprobada por unanimidad por los directorios de Rio Tinto y Arcadium Lithium, se cerrará a mediados de 2025. La firma adquirida es un productor global de productos químicos de litio, de rápido crecimiento, con una base de activos de operaciones de bajo coste y proyectos de crecimiento.
Una vez completada, permitirá a Rio Tinto incorporar a su cartera el negocio de litio complementario de clase mundial de Arcadium, estableciendo un líder mundial en materias primas para la transición energética, desde aluminio y cobre hasta mineral de hierro y litio de alta calidad.
Las operaciones globales de Arcadium, que comprenden aproximadamente 2.400 empleados, incluyen instalaciones y proyectos en Argentina, Australia, Canadá, China, Japón, el Reino Unido y los Estados Unidos.
"La adquisición de Arcadium Lithium es un avance significativo en la estrategia a largo plazo de Rio Tinto, creando un negocio de litio de clase mundial junto con nuestras operaciones líderes de aluminio y cobre para suministrar los materiales necesarios para la transición energética", declaró el consejero delegado de Rio Tinto, Jakob Stausholm.
"La adquisición de Arcadium Lithium es un avance significativo en la estrategia a largo plazo de Rio Tinto, creando un negocio de litio de clase mundial junto con nuestras operaciones líderes de aluminio y cobre para suministrar los materiales necesarios para la transición energética", declaró el consejero delegado de Rio Tinto, Jakob Stausholm.
Los analistas de XTB apuntan que la operación se traducirá en la creación de un conglomerado con una de las bases de producción de litio más grandes del mundo. Además, para Rio Tinto significa seguir diversificando su cartera con una exposición creciente al mercado del litio.
