La gestora de activos global, Schroders, prosigue con su proceso de sucesión dentro de la compañía con el nombramiento de su máximo responsable a nivel global. Richard Oldfield, quien hasta ahora era el director financiero de la compañía, pasará a ser el consejero delegado, relevando a Peter Harrison a partir del 8 de noviembre y sujeto a aprobación regulatoria, según ha anunciado la compañía en un comunicado.
Oldfield llega al puesto de mayor responsabilidad en la gestora tras una carrera que principalmente desarrolló en PwC, ya que estuvo 30 años en la consultora. En ella, llegó a ocupar altos cargos, entre ellos ser vicepresidente de la firma y director de mercados globales, con lo que fue uno de los responsables de hacer aumentar la rentabilidad de las diferentes líneas de negocio de PwC, al tiempo que asesoraba a clientes globales en sus "asuntos más complejos". Oldfield también formó parte del Consejo Ejecutivo de PwC en el Reino Unido durante cinco años y fue director de comunicación.
El nuevo CEO se incorporó a Schroders el pasado año a la dirección financiera, en la cual era responsable de las operaciones de toda la empresa, así como de la gestión financiera, la gestión de riesgos, la tecnología, el capital y la tesorería. De momento, según ha informado la compañía, no hay un sustituto aún designado para dicha vacante que abandona Oldfield. Según expresan desde Schroders, su contribución "ha sido significativa", ya que ha aportado "una nueva perspectiva sobre la gestión del capital, impulsando nuevas iniciativas como la emisión inaugural de bonos a principios de este año e integrando la disciplina comercial en todo el grupo".
Candidato "idóneo"
La presidenta del consejo de Schroders, Dame Elizabeth, declaró que Oldfield "ha demostrado su capacidad natural para liderar empresas centradas en el cliente y en las personas" gracias en parte a su dilatado historial como directivo. "El Consejo determinó de forma unánime que Richard era el candidato más idóneo. Estaba claro que su gran visión para los negocios impulsaría una transformación decidida a un ritmo acelerado y confiamos en que desarrollará nuestras prioridades estratégicas, permitiendo a Schroders seguir creciendo y sirviendo a los clientes", añadió.
Quien deja el cargo, Harrison, se mostró "orgulloso" del trabajo realizado en conjunto y de las "nuevas ideas durante su primer año", además de que confía en que "seguirá impulsando el negocio". No obstante, el actual CEO seguirá trabajando con Oldfield hasta finales de año.
Por último, el nuevo consejero delegado agradeció su nombramiento e hizo una declaración de intenciones: "Contamos con las capacidades y el personal necesarios para aprovechar las oportunidades adecuadas para hacer crecer nuestro negocio y ser uno de los principales creadores de riqueza a escala mundial", finalizó.
