Capital Riesgo

La SPAC de Juan Villalonga se juega su futuro en EEUU en solo 22 días

Juan Villalonga. Archivos.
Madridicon-related

Global Technology Acquisition Corp (Gtac), la SPAC por la que fichó Juan Villalonga en 2021, tiene el próximo 25 de abril un match ball que puede ser decisivo. La compañía estadounidense debe decidir si ejecuta una nueva prórroga para seguir buscando una compañía con la que fusionarse. Las SPAC, cuyas siglas responden a Special Purpose Acquisition Companies, son en la práctica cascarones vacíos que buscan unirse a otra empresa con actividad y en funcionamiento. Estos vehículos vivieron un auténtico boom entre 2021 y 2022, si bien más tarde se rebajó la euforia.

Ahora, Global Technology Acquisition ha remitido a sus inversores ante el supervisor bursátil de Estados Unidos, la SEC, los desafíos que tiene delante si después del 25 de abril no encuentra un socio con el que casarse. "Si la sociedad tuviera que prorrogar la fecha del 25 de abril de 2024 hasta el 25 de octubre de 2024 (nueva fecha límite), tendría que realizar pagos de prórroga por un total aproximado de 418.000 dólares por dos prórrogas de tres meses. Es posible que la sociedad no disponga de fondos suficientes o fondos disponibles que le permitan mantener sus operaciones durante un período de al menos un año", remite la firma.

Agotado octubre y sin haber conseguido una fusión -la compañía se lanzó con la intención de unirse a una compañía tecnológica-, Gtac no deberá cesar todas sus operaciones excepto aquellas referidas a los efectos de liquidación "tan pronto como sea razonablemente posible", añade ante la SEC.

La dirección considera que las condiciones existentes "plantean dudas sustanciales sobre la capacidad de la empresa para continuar como empresa en funcionamiento", si bien "tiene la intención de hacer frente a esta situación mediante la realización de una combinación de negocios dentro del plazo establecido, pero no hay ninguna garantía de que pueda llevarse a cabo".

Menos ingresos

La declaración llega con motivo de la presentación de las cuentas anuales, cerradas el pasado 31 de diciembre de 2023. Para el año completo, Global Technology Acquisition declaró una caída de ingresos netos (2,33 millones de dólares frente a los 12,71 millones de dólares de 2022). Las ventas responden únicamente a la diferencia entre 3,41 millones de dólares de ingresos menos los gastos incurridos por los costes de explotación ligados a mantenerse en funcionamiento como sociedad y a los relativos a la búsqueda de una combinación de negocios.

Desde su lanzamiento en 2021, Gtac logró levantar 200 millones de dólares para saltar a bolsa. No obstante, en 2023 y ante la imposibilidad de llegar a tiempo a encontrar un socio con el que fusionarse tuvo que devolver 179 millones de dólares a sus inversores originales.

La compañía, que tiene a Juan Villalonga en el consejo de administración junto con otros directivos españoles y extranjeros provenientes de FJ Labs o Nubank, entre otros, pudo extender el plazo para buscar una fusión, pero a cambio de que algunos inversores retiraran el capital. Esta opción fue elegida por buena parte de ellos, que recuperaron su dinero y dejaron la SPAC con 21 millones de dólares de fondos.

La fiebre de las SPAC se rebaja tras el 'boom'

Villalonga no ha sido el único ejecutivo conocido que se sumó a la fiebre de las SPAC. Otros que lo hicieron fueron Martín Varvarsky o Felipe Benjumea. El primero de ellos tuvo también que devolver el dinero a los inversores de Levere Holdings, un proyecto similar que no encontró una adquisición en la que destinar el dinero levantado. Benjumea ha visto cómo la SPAC RMAG Acquisition haya pedido tiempo extra para fusionarse con H2B2.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky