
EY está cada vez más cerca de dividirse en dos. El Comité Ejecutivo Global de la consultora ha decidido seguir adelante con la votación de los socios para separarse en dos organizaciones distintas y multidisciplinares. De esta manera, se espera escindir el negocio de consultoría.
Los próximos pasos incluyen el compromiso continuo con los socios para proporcionarles más información antes del proceso de votación. "Estimamos que esta fase durará al menos hasta finales de este año. La votación país por país se espera que empiece a finales de 2022 y concluya a principios de 2023", explica la consultora en un comunicado.
"Creemos firmemente que comprendemos el panorama cambiante para construir negocios que redefinan el futuro de nuestras profesiones, crear nuevas y emocionantes oportunidades y ofrecer un mayor valor a largo plazo para los profesionales, clientes y comunidades de EY", explican desde la compañía.
Sobre el resultado de la votación desde EY se muestran optimistas. "Esperamos conseguir el apoyo de nuestros clientes, profesionales, socios y grupos de interés para compartir nuestra visión de futuro que amplifica nuestro propósito de construir un mejor mundo para trabajar".
La operación serviría para solucionar los conflictos de intereses que vigilan los reguladores, principalmente los de Reino Unido y EEUU. De esta forma, evitaría problemas por parte de quienes cuestionan que las auditoras puedan ejercer también como consultoras.
De hecho, Reino Unido ya exigió a las 'Big Four' que escindieran sus divisiones de auditoría del resto de sus negocios con el objetivo de mejorar la calidad y la eficacia de los informes y auditorías corporativas.
Si finalmente se confirma y la separación de sus negocios sale adelante esto daría inicio a que sus competidores iniciasen acciones similares para lograr los mismos beneficios: mayor rango de clientes y financiación externa que impulse el crecimiento.
EY facturó 39.959 millones de dólares (37.218 millones de euros) en el año fiscal que finalizó en junio de 2021, lo que supone un 7,3% más que el ejercicio anterior. De esa cifra, la división de auditoría facturó 13.567 millones (12.636 millones de euros), un 5,8% más; mientras que la rama de consultoría registró 11.135 millones (10.371 millones de euros) de ingresos, un 6,4% más.