
El efecto arrastre de la pandemia del coronavirus en Canarias seguirá más allá de su confinamiento sanitario y eso que la islas de momento presentan pocos casos. Las barreras al crecimiento económico serán permanentes por lo menos hasta 2023 y el problema es que no hay espacio donde los desempleados y empresas tengan margen de maniobra. Es decir: no hay un territorio continental europeo donde buscar una salida para encontrar liquidez por sus propios medios. Los únicos socios que tienen las Pymes vienen del ICO y de la bondad de las Administraciones canarias por ayudar a mantener vivas a las empresas; pero eso es alquimia financiera que para una pequeña empresa tiene variables perversas. Hasta principios de mayo se han registrado 28.104 solicitudes de ERTE en Canarias con impacto en 203.358 de familias de los que comercio representa un 25,6%, hostelería 31,3% y el resto de servicios el 35,5%. Las suspensiones de empleo afectan a microempresas (75,6% con menos de 5 empleados) "lo que debe ser considerado en las medidas de recuperación que puedan establecerse".
La Cátedra del REF de Canarias de la ULPGC bendice las propuestas autonómicas de respuesta a la pandemia, pero con matices. Subraya que mientras en la islas su sistema fiscal permite elasticidad en las Administraciones para responder con su propio superávit en el País Vasco el PNV ha arrancado al Gobierno central medidas que ya el Gobierno de Canarias pidió con anterioridad. Y eso que las islas no forman parte de un territorio que pueda conectarse por carretera con el resto de la UE o aeropuertos para generar ingresos por turismo.
El problema es que las administraciones canarias deben dar respuestas a problemas locales diferentes del resto de España. Aunque tienen capacidad de recaudar no hay actividad donde hacerlo. Es lo que el exconsejero de Economía de Canarias en los años noventa Luis Hernández llamó "la baifa del IGIC" ya es una realidad. La quiebra del turismo lleva a una recaudación mínima en las islas. El Gobierno de Canarias prevé dejar de recaudar 950 millones de euros en 2020, concentrada. Como detalle, en abril de 2019 captó 652,6 millones de euros, mientras que en abril de 2020 se redujo a 466,9 millones de euros. A partir de ahí lo que es captación de fondos del IVA canario ya es un calvario. El efecto sobre servicios sociales de cabildos y ayuntamientos es total.
La Cátedra del REF de Canarias ha recordado esta semana la epidemia de cólera morbo que sufrió el archipiélago en 1851 segó muchas vidas y enturbió las pocas alternativas económicas que tenía un territorio fragmentado y alejado de la Península, "pero afortunadamente tuvo un efecto positivo casi inmediato: la declaración de puertos francos de 1852". El decreto real de aquella época decía: "Entretanto el país va precipitándose en una decadencia visible, los cultivos se abandonan, la especulación desaparece, la miseria cunde, el azote del cólera morbo vino el año pasado á agravar los males, y va tomando ya alarmantes proporciones la emigración, que es el síntoma supremo de la próxima muerte de los pueblos". Una situación muy similar a la de 2020.
Los expertos del REF de Canarias, en un texto de este mes de mayo, apuntan que el régimen económico de Canarias debería conllevar "ya" a una "revisión consensuada de un conjunto de normas y rígidas burocracias que, por ineficaces, no han servido para dar cobertura a la sociedad en momentos tan dramáticos". El presidente del comité de expertos, Salvador Miranda, apunta a El Economista que lo que antes eran previsiones ahora "han pasado a cifras reales". Y agrega que Canarias pidió un esquema de salida financiera como el planteado por el PNV y "ha conseguido que lo que pretendemos respecto a la ampliación de los plazos de materialización y mantenimiento de las inversiones ya se haya publicado para el régimen foral. En Canarias con nuestro REF seguimos a la espera".
La cátedra canaria sobre financiación de la economía de la región, integrada por Salvador Miranda, José Andrés Dorta Velázquez, Antonio Viñuela Llanos, Arturo Melián González, Sonia Mauricio Subirana, Francisco Hernández González, Enrique Lang Lenton Bonny, Murli Kessomal Kaknani, María Estrella Martín Domínguez, Orlando Luján Mascareño y Adriana Fabiola Martín Cáceres subraya que los indicadores de impacto de medición directa señala que Canarias perderá de entrada un el 8% del PIB, el doble que las estimaciones realizadas para España y que un cero turístico que ya supone una caída estimada del 35% si se prolonga durante el resto de meses de 2020".
Para los técnicos en fiscalidad del REF de Canarias las islas pueden desarrollar sus propias salidad con la flexibilidad para ejecutar inversiones en la Reserva de Inversiones (RIC) o ampliar supuestos de plazos en la Zona Especial Canaria (ZEC). "El profundo impacto económico y social del Covid-19 en Canarias no tiene una correspondencia con la menor intensidad de la enfermedad, encontrándose con singularidades únicas que dificultan su recuperación", dice el informe del mes de mayo que hizo el grupo de expertos y académicos canarios.