
El presidente de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, Tomás Van de Walle, apostó este miércoles por poner en marcha medidas de "economía de guerra" en las islas que frenen el impacto negativo de la pandemia por coronavirus. En declaraciones a El Economista, De Walle reivindicó el papel de su institución con propuestas precisas desde su fundación en febrero de 1776, bajo la protección del rey Carlos III para el desarrollo de la agricultura y la industria popular en el archipiélago.
De Walle recordó que fue su institución la que en 1778 propuso el libre comercio de Canarias con las Indias y la apertura del vino canario a mercados internacionales. O en 1803 cuando trajo a las islas la vacuna de Jenner contra contra la viruela así como la desaparición del vasallaje feudal en Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera y Hierro en 1811.
Operadores turísticos británicos perfilan la llegada de turistas a las islas trasla pandemia del coronavirus con precios anteriores a la pandemia: menos de 400 euros en régimen de todo incluido. En las islas hay interés por reactivar la economía tras la crisis sanitaria y hay sectores económicos que piden prudencia sobre los precios dado que en el resto del mercado europeo, caribe y norte de África habrá cierre total de destinos.
El presidente de la Rseapgc apostó por "dar un volantazo a largo plazo en la propuesta de turismo de las islas desde la descarbonización total del destino" eliminando en la medida de lo posible el uso de energías fósiles. En el corto plazo pidió que las autoridades, "dado que nos encontramos en economía de guerra" inyecte dinero "directamente" a los bolsillos de los canarios siempre que se emplee para ir de vacaciones a las zonas turísticas de las islas.
Pidió a las instituciones que no estén liando a los autónomos, trabajadores y empresarios en papeleos para acceder a ayudas con miles de papeleos. "Que apliquen solucionen aportando dinero directamente a quienes lo necesitan con medidas eficaces, pero la tendencia debe ser la renovación del concepto de destino", dijo. A su juicio, el dinero que pueda acceder las islas por parte de la UE tiene que servir para que aumente las fuentes de ingresos en el turismo, potenciar la industria agroalimentaria de las islas; pero no para hacer carreteras "porque la tendencia debe ser que todo el parque móvil de Canarias sea eléctrico basado en renovables".
"En estos momentos, y nosotros como institución creemos que tenemos alguna experiencia histórica de afrontar epidemias y crisis cíclicas, es necesaria velocidad. Y una forma inmediata de que el turismo comience a funcionar es que sean los canarios quienes lideren la reconversión del propio destino", dijo Van de Walle.
Explicó que una medida de efecto inmediato es que tras el confinamiento sean los dos millones de canarios los que vayan de turismo a sus zonas turísticas para que comience a funcionar la industria. A su juicio, las islas tienen que ocupar esas mismas plazas para que haya un margen de tiempo "desde la voluntad colectiva de hacer las cosas bien y de forma ordenada" para que aumente la calidad del turismo que viene a las islas. Afirmó que el gran reto que tiene Canarias tras el reseteo de la economía insular por el coronavirus es asumir "que no todo va a ser como antes" y que "las islas tienen que dar un ejemplo al mundo sobre cómo llevar a cabo una brillante recuperación económica que genere igualdad y acelere la recuperación de empleo desde la sostenibilidad".