
La existencia de múltiples emergencias estas últimas fechas en Canarias por calima e incendios forestales ha puesto de relieve la perfecta sintonía entre la Guardia Civil, Policía Nacional y la patronales hoteleras de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife.
La ausencia de daños personales entre turistas tiene como origen el aparato mde emergencias de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de las Palmas de Las Palmas (FEHT), provincia donde se han producido daños en la zona de Tasarte.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, destaca de este último incendio las "dificultades" que han tenido los medios de extinción para atajar este fuego, afirmando que "han sido enormes" porque ha habido vientos "huracanados", "imposibilidad" de emplear los medios aéreos por las condiciones meteorológicas que ha afectado estos días a la isla, así como porque había "demasiado combustible" en los alrededores de las viviendas.
Y no es que la zona afectada por el incendio forestal sea transitada por turistas de forma masiva sino que está de paso para visitantes que descasan y realizan turismo activo o atraviesa rutas para llegar a la cumbre de la isla. Todo ese aparato en áreas rurales lo ejecuta la Guardia Civil que lidera Vicente Reig Basset, jefe de al 152 Comandancia de Las Palmas, porque es la que opera en zonas donde hay, por ejemplo, ofertas de turismo rural. Pero en Maspalomas y Playa del Inglés los desarrolla del mismo modo los agentes del Cuerpo Nacional de Policía bajo las órdenes de José María Moreno Moreno y jefe del comisario jefe en el sur grancanario, Eduardo Manuel Caudet. No es solamente sacar a turistas. Es sacar de las zonas de impacto a vecinos y animales.
Desde que en la FEHT de Las Palmas se recibe un aviso de emergencias del 112 de Canarias, se activa un mecanismo inmediato bajo la dirección técnica de Tom Smulders siguiendo instrucciones de José María Mañaricúa, presidente de la organización empresarial. El siguiente paso es bloquear la salida de turistas de complejos y ordenar el regreso de aquellos que anden en áreas afectadas por incendios o fuerte calima. Smulders, presidente de los empresarios extrahoteleros, tiene siempre actualizada la llegada de turistas en tiempo real, contactos con touroperadores y maneja un potente listado con números personales de directores de hoteles y recepcionistas.
El mecanismo de Tom Smulders logra que no haya turistas afectados por emergencias en Canarias
Además de evitar aglomeraciones de turistas perdidos en las recepciones de hoteles, Smulders se encarga de avisar en origen a los operadores de cara a los que tienen que llegar a los aeropuertos. Estas medidas de seguridad se relacionan con aquellos que visitan Canarias con paquetes tradicionales. Los que visitan el archipiélago con viviendas vacacionales es más difícil porque no todos los propietarios avisan de la llegada de turistas a la Guardia Civil.
En las zonas de incendio de cumbre la mano ejecutora de la Guardia Civil es José María García Córdoba, capitán grancanario de la primera Compañía de la Guardia Civil. Aquí la información tarde o temprano termina por llegar dada la colaboración ciudadana o de empresas suministradoras de servicios.
La dimensión logística es tal que hasta los conductores de guaguas turísticas tienen activado el protocolo de emergencias. Reportan y acto seguido regresan. Desde que ven en carretera un vehículo de alquiler, tanto conductores como guías turísticos instan a regresar. Es como una operación jaula pero con cientos de objetivos sueltos.
Al final, el mecanismo de Tom Smulders logra que no haya turistas afectados por emergencias en Canarias. Se da la circunstancia siguiente: cuando no hay declaradas emergencias hay turistas que pierden su vida por cosas como hacerse selfies en el mar o montañas. A juicio de Smulders, "lo importante es evitar daños personales y de imagen en el exterior", apunta.
Una cosa que ayuda a que en la isla no haya daños personales, además de la vigilancia que tiene el territorio, es que el 64% son repetidores. En la islas, contando los 5.000 efectivos del Mando de Canarias del Ejército de Tierra, hay más de 3.600 agentes del CNP, más de 3.380 guardias civiles y cerca de 3.000 agentes locales de seguridad. Casi 8.000 personas trabajan en la seguridad de canarios y del destino que tiene anualmente 45.000 millones de euros en PIB.