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Proclamado el mejor cocinero novel entre las escuelas de España

Diez alumnos de último curso de centros culinarios españoles compitieron en la final del V Premio Promesas. Al ganador se le dio una beca de 21.000 euros para estudiar en Le Cordon Bleu. La cuantía para el segundo fue de 7.000.

"Cuanto menos vibrante y conmovedora". Así definió el chef Quique Dacosta la V edición de los Premios Promesa, acto en el que participaba como jurado, celebrada en Le Cordon Bleu Madrid, escuela culinaria de alto nivel. El concurso, que tiene como objetivo potenciar y fomentar el talento de los estudiantes de cocina, proclamó ganador a Ezequiel Álvarez, de la Escuela de Hostelería y Turismo de Girona por el plato Rodaballo con salsa Dieppoire con ravioli de espinacas y gambas: "Estoy en las nubes. Ha sido un camino muy duro, lleno de trabajo y de nervios. A partir de ahora seguiré aprendiendo y creciendo como persona y cocinero", declaró a Ecoaula el joven ganador.

Los dos primeros clasificados, Ezequiel Álvarez (izq) y Ausiàs Signes (dcha) con el jurado al completo. Foto: Israel Cánovas.

Una exigente oportunidad

Desde primera hora de la mañana los finalistas entraron en cocinas para preparar su plato, con el rodaballo como ingrediente principal, para posteriormente presentárselo al jurado, formado por Quique Dacosta, tres estrellas Michelin; Omar Malpartida, chef galardonado por los Premios Metrópoli como Mejor Cocinero en progresión; el periodista gastronómico Carlos Maribona, y los profesores de Le Cordon Bleu Madrid, Erwan Poudoulec y Carlos Collado.

Los alumnos en cocina mientras preparan sus platos para el concurso. Foto: Daniel G. Mata.

El jurado evaluando los platos presentados por los alumnos. De izq a dcha: Omar Malpartida, chef galardonado por los Premios Metrópoli como Mejor Cocinero en progresión; el periodista gastronómico Carlos Maribona; Quique Dacosta, chef tres estrellas Michelin; los profesores de Le Cordon Bleu Madrid, Erwan Poudoulec y Carlos Collado. Foto: Daniel G. Mata.

Ezequiel Álvarez, ganador, recibió un diploma de 21.000 euros para su formación en Le Cordon Bleu. Además, a su escuela se le dota con 1.500 euros para ayudar a su desarrollo. El segundo premio, una beca de siete mil euros para estudiar en el centro madrileño, le fue otorgado a Ausiàs Signes, del I.E.S Guillem de Alcalá: "Creo que he conseguido un buen punto de sabor, y lo han valorado. Ha sido un camino duro, porque entre clases, trabajo, prácticas... pero se ha hecho. Ha valido la pena. Estoy muy emocionado", contó a Ecoaula el finalista.

El primer clasificado, Ezequiel Álvarez, con el premio. Foto: Daniel G. Mata.

Rosario Barrios, directora de Le Cordon Bleu Madrid y encargada de anunciar a los ganadores augura un buen horizonte para los alumnos de cocina: "Tenemos mucho talento, lo vemos por ejemplo en las escuelas que están participando hoy. Este factor junto con la realidad que ya tenemos, pinta un futuro lleno de oportunidades".

La escuela madrileña ha tenido en torno a 3.000 matriculaciones en seis años de vida: "El perfil de alumno es muy variado. Tenemos de 18 años pero también de 70. La mitad son hombres y la otra mitad mujeres", declaraba Rosario Barrios. En cuanto a los requisitos de acceso: "Pedimos ganas de aprender. No hace falta tener ningún estudio previo de cocina".

La formación está encaminada a la vida profesional: "Partimos de la base para intenta acercar a los alumnos a la realidad laboral. Van a tener un conocimiento muy importante de las técnicas en cocina para poder enfrentarse a un trabajo en equipo, bajo presión, intenso... Además damos importancia a la relación con el cliente porque al fin y el cabo el plato es para los comensales. Tenemos muchos planes, entre ellos, programas de postgrado", contaba la directora.

La opinión de Quique Dacosta sobre la educación

"La formación es un pilar fundamental en todas las disciplinas, en la cocina también", declara el chef, a lo que añade: "El oficio de cocinero requiere pasión, formación contínua, dedicación, ser humanista, generoso, y vocación, no necesariamente heredada, como en mi caso, que no tengo antecedentes, pero si de servicio y de oficio. Además de la innovación. Un cocinero innova por muchos motivos, uno de ellos es la necesidad y otro es que la cocina evoluciona de forma natural. Ya no comemos como antes, cambiamos nuestra forma de vida. Lo más importante de todo esto es la cocina, ni siquiera el cocinero".

Foto: Israel Cánovas

"El conocimiento en la cocina es fundamental, sobre todo si te dedicas a la innovación y a la creatividad como en mi caso. No digo que haya que aprendérselo todo porque se cocina de muchas maneras. El conocimiento es una actitud que tiene que imperar en tu forma de vida, en la del cocinero también. Y lo dice un cocinero que es autodidacta sin formación académica pero también el mayor consumidor de libros e incluso, de tanto libro que tenemos en el restaurante, he pensado en hacer una biblioteca gastronómica para mi equipo".

Sobre la Gastronomía, la Educación y su importancia en España

"En España la educación se ha democratizado. Tenemos la suerte que en las escuelas de cocina y universidades, incluso públicas, se da una buena base de formación, lo que es un valor en el país, algo que en mi época no tuve", cuenta Quique Dacosta, y aporta más: "Teniendo en cuenta lo importante que es la gastronomía para el país, desde un punto de vista turístico, cultural, incluso para la industria y medicina preventina, deberíamos hacer más todas las partes administrativas, desde las escuelas. Es importante aprender a sumar y restar, aprender inglés... pero comer es algo que se hace todos los días, ya no solo comer bien, sino entender que el valor añadido que le podemos dar a nuestros hijos a nivel educación, que tengan sensibilidad con un ecosistema, con un producto y que además conozcan una cierta biodiversidad de nuestro entorno. Todo esto les va a hacer comer mejor y así tener una mejor salud, además de valorar las cosas, al panadero, al agricultor, al pescador..." 

En cuanto al futuro de los alumnos que estudian cocina: "El otro día decían que solo en Londres necesitarán en los próximos dos años cien mil cocineros. Es un dato importante. Una de las industrias más importantes es el turismo y la hotelería, y una de las necesidades más importantes que tiene la cocina española es el crecimiento internacional, no solo de la cocina conocida, sino del tutelaje de la cocina en el mundo, por tanto los cocineros que se formen en España, que tengan conocimiento, tienen un puesto privilegiado para conocer mundo de la mano de la cocina española".

Los ganadores de la edición de 2016, un año después

Rafael de Bedoya y Nuría García fueron los ganadores de la IV edición del Premio Promesas. Ambos estuvieron presentes en el acto de este año: "Cuando participé estaba muy nerviosa pero ahora lo veo desde una perspectiva muy bonita. Lo recuerdo con mucho cariño y la experiencia que viví fue inolvidable. La repetiría sin dudarlo, pero ya con esa seguridad de hacerlo bien e intentaría disfrutarla más", contó Nuría García a Ecoaula.

El primer clasificado de 2016 dedicó unas palabras a los concursantes de este año antes de conocer quién sería el ganador: "Gane quien gane, disfrutad, porque eso es lo que suma". 

Nuria García, segunda clasificada en los IV Premios Promesas. Foto: Daniel G. Mata.

Rafael de Bedoya, ganador de la edición del año pasado. Foto: Daniel G. Mata.

Los alumnos salían de cocina con sus platos para presentárselos al jurado. En la segunda imagen, Ausiàs Signes, segundo clasificado, momentos antes de entregar su plato. Foto: Israel Cánovas.

Quique Dacosta y Rosario Barrios, directora del centro, durante el acto. Foto: Israel Cánovas.

Todos los participantes del concurso, el jurado y la directora del centro. Foto: Daniel G. Mata.

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