La urgencia por conseguir combustibles renovables es una realidad. Este es son uno de los temas que se trataron durante el Green Gas Mobility Summit, organizado por Gasnam.
Así, empresas, instituciones y representantes del transporte y la energía han coincidido en lanzar un mensaje claro: España tiene una oportunidad histórica para liderar una movilidad limpia, eficiente y competitiva por tierra, mar y aire. Sin embargo, este liderazgo solo será posible si se agilizan los trámites administrativos y si se transponen las directivas europeas, permitiendo que muchos proyectos puedan dar el salto definitivo.
España tiene un gran potencial para la producción de gases renovables y, por lo tanto, un papel clave en la descarbonización de la industria; pero también de la economía. Y aquí es donde juegan un papel importante el hidrógeno verde y el biometano. "La circularidad que te da un producto como el biometano es total, se cierra el círculo y conviertes un residuo en un recurso", alegó Gonzalo Cañete, CEO de PreZero Iberia, que participó en la primera mesa de debate del Green Gas Mobility Summit, organizado por Gasnam.
En general, tanto comunidades autónomas como empresas tienen una hoja de ruta estipulada y muy centrada en el uso de los gases renovables. Sin embargo, para conseguir todo esto, los expertos reclaman una seguridad jurídica y ambiental para el desarrollo de proyectos, además de una reducción de los plazos de tramitación y de la necesidad de la colaboración público-privada. El debate fue moderado por Silvia Sanjoaquín, presidenta de Gasnam, y también estuvieron presentes Mercedes Gómez, Consejera de Desarrollo Sostenible del Gobierno de Castilla-La Mancha y Federico Miralles, Director general de Industria, Energía y Minas de la Región de Murcia. En España, hay muchas oportunidades de apostar por la energía renovable. Así lo expresó Gómez: "Hay industrias muy potentes que se están asentando enCastilla-La Mancha, porque tenemos mucho suelo. Un claro ejemplo es la acería verde en Puertollano".
Asimismo, la Consejera de Desarrollo Sostenible del Gobierno de la comunidad alegó que "también hay que descarbonizar el transporte porque estamos en el centro de la península y tenemos cada vez más plataformas logísticas de transporte". Sin embargo, "en los tiempos que corren nadie puede hacer una inversión millonaria, por eso urge dar seguridad jurídica y ambiental.Hay que dar garantías a las empresas, pero también a los ciudadanos porque esto será lo que determine que los proyectos lleguen a buen término", apuntó.
Siguiendo esta línea, Miralles explicó que "la descarbonización es fundamental, pero las industrias y los transportistas ya tienen suficientes barreras y necesitan que el biometano y el hidrógeno verde sea rentable". Y añadió "estamos todavía en el principio, queda mucho recorrido en este sentido, por eso hay que centrar los esfuerzos en que haya más plantas y más ofertas para beneficiarse.Poniendo el foco en nosotros, somos una región idónea para apostar por los gases renovables".
Ahora bien, si se quiere estar a la vanguardia se requiere "una tramitación administrativa más rápida. Además, para que los proyectos sean de calidad se necesitan las inversiones adecuadas, que exigen de la colaboración público-privada", comentó el directivo de PreZero. En este sentido, Gómez también destacó el uso de la inteligencia artificial para la tramitación ambiental y para acortar los plazos. Ante esto el representante de la Región de Murcia aseveró que "tenemos muchos residuos por gestionar y queremos tratarlo todo para darle un valor energético. Nosotros somos una de las autonomías más exigentes a nivel medio ambiental, pero también la que más rápido da las autorizaciones".
El almacenamiento es clave para ajustar la oferta a la demanda", decretó José Luis Gil, Director general de Gases Renovables de Naturgy.Y agregó que "España consume mucha más energía en invierno que en verano, y las renovables producen más en primavera o verano. Por ello, se tiene que invertir en el almacenamiento de la energía".
Poniendo el foco en Naturgy, el directivo explicó que "nuestras plantas de biogás integran instalaciones eléctricas con mayor producción en primavera. En otoño hace falta almacenamiento. Por ejemplo, en plena crisis energética, Europa tiene un equivalente a 35 días de almacenamiento subterráneo de gas; España depende en un 5% del total, es decir, casi 100 días. Creo que España debería mejorar el almacenamiento estacional. Tenemos que aprender a almacenar la molécula de gas, y el almacenamiento estacional para mí es clave".
Siguiendo esta línea, Gil destacó que "el biogás puede ser una fuente de almacenamiento", pues, tras años, "hemos aprendido que en un sistema renovable, no falta generación flexible, sino demanda flexible.Así que se debe responder en tiempo real, especialmente en picos nocturnos. Por ejemplo, para favorecer la carga de vehículos eléctricos, se podría incentivar tarifas nocturnas bajas, aprovechando redes ociosas. Se necesitan regulaciones estables y previsibles para que los inversores actúen con seguridad", destacó el directivo.
Por ello, "en movilidad, necesitamos esa estabilidad: si planeas infraestructura para coches, camiones y flotas, requieres políticas claras, precios estables e incentivos adecuadamente dirigidos. Sin eso, las inversiones no llegarán", aseveró Gil. En relación con las infraestructuras, Gil lanzó la pregunta de: ¿nos quedamos con el hidrógeno o con el metano sintético?. Ante esto, respondió que "ambas opciones requieren cambios en infraestructuras y equipos de consumo. Si apostamos por el hidrógeno puro, necesitamos logística dedicada. Si lo convertimos en metano sintético, aprovechamos redes y equipos existentes".
No cabe duda de que en España existe un gran potencial, por ello, "con un mejor aprovechamiento, podríamos atraer industria y reducir emisiones. Muchos países ya lo hacen. Si queremos atraer industria, tenemos que brindarles energía limpia y barata. España cuenta con ello: renovables competitivas, infraestructura, una industria energética integrada. Eso puede reindustrializar el país", destacó el directivo de la energética.
En general, "transformar el modelo energético exige eficiencia, colaboración entre sectores y, sobre todo, regulación estable. No podemos crear expectativas irreales ni depender de burbujas especulativas. El hidrógeno y el biogás deben formar parte de un sistema integrado, sostenible y con responsabilidad social", dijo Gil.
La península ibérica se ha consolidado como un hub estratégico para el desarrollo del hidrógeno, posicionándose a la vanguardia de la transición energética. "España tiene una oportunidad única, con electrones y moléculas renovables podemos lierar la descarbonización, y ser un pilar de la autonomía y de la competitividad de la industria europea", comentó Arturo Gonzalo Aizpiri, CEO de Enagás durante la segunda mesa de debate, donde también participó Jorge Paradela, Consejero de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía y fue dirigida por Eugenia Sillero, secretaria general de Gasnam.
No obstante, para que el mercado despegue de forma efectiva, se necesita una red de infraestructuras que conecte la producción con el consumo de manera eficiente y amplia. En relación con esto, Gonzalo Aizpiri destacó que "en el último año, la infraestructura ha dado un paso gigante, y los hitos alcanzados demuestran que estamos en el camino correcto. Esta infraestructura es esencial para hacer efectivos los proyectos y garantizar que el hidrógeno llegue a los consumidores". Y agregó que "uno de los principales avances es la red troncal de hidroductos de 2.600 km de alta presión, que conecta a nivel internacional. Actualmente, contamos con 12.000 km de gasoductos que transportan gas, una red que podría transportar biometano. Además, las interconexiones del corredor están siendo apoyadas por la Comisión Europea, con una ayuda de 74 millones de euros ya concedida".
En Andalucía están teniendo un papel clave en la transición energética, así lo expresó Paradela: "En el año 2024, hemos instalado 2,7 gigavatios de energía limpia, un incremento significativo respecto a los 1,6 gigavatios del año anterior. Esta progresión es clara y, si mantenemos el ritmo, podríamos superar los 20 gigavatios a finales de 2026. Esta es la evidencia de un avance que sigue una curva ascendente".
No cabe duda de que la inversión es necesaria. "Hemos sido muy proactivos en la captación de inversiones industriales asociadas a la transición energética. En los últimos tres años, hemos atraído más de 16.000 millones de euros en inversión. De esta cifra, más de 9.000 millones están relacionados con la industria que se transforma para incorporar energías limpias, o bien con nuevas industrias que hemos conseguido traer a Andalucía", aseveró el representante de la Junta.
En cuanto a la regulación, España no puede esperar más. La directiva de hidrógeno debe transponerse de manera urgente. "Francia, por ejemplo, ha establecido que el 1% del combustible utilizado en el transporte en 2030 debe ser renovable, y está implementando sanciones para las empresas que no cumplan con los objetivos. España debería seguir este ejemplo y acelerar la implementación de medidas que faciliten la transición energética y la expansión de mercados libres de energía", dijo Paradela. Siguiendo esta línea, el directivo de Enagás destacó que "la responsabilidad de todos los actores de la cadena de valor es clave para que esta ventaja se convierta en una realidad tangible".
El Valle Andaluz del Hidrógeno Verde es una de las iniciativas más ambiciosas del sector en España y una de las más relevantes en Europa. Este proyecto está impulsado por Moeve, como una de las grandes apuestas de su estrategia Positive Motion, que lanzó hace 3 años. "La descarbonización total no se puede alcanzar solo con electricidad; se requieren lo que llamamos 'moléculas verdes', entre las que destacan el hidrógeno verde y sus derivados y los biocombustibles de segunda generación", explicó durante su intervención Carlos Barrasa, vicepresidente ejecutivo de Comercial & Clean Energies de Moeve.
El Valle Andaluz del Hidrógeno Verde contará con una inversión de más de 3000 millones de euros y contará con dos centros de producción situados en sus Parques Energéticos de Palos de la Frontera (Huelva) y San Roque (Campo de Gibraltar, Cádiz). Las plantas tendrán una capacidad total de 2 GW y producirán hasta 300.000 toneladas de hidrógeno verde al año. "Para producir ese hidrógeno verde necesitamos electricidad procedente de energía renovables tradicionales —como la solar o la fotovoltaica—. Sin embargo, cuando los precios de la electricidad no sean competitivos para producir ese hidrógeno, también podremos usar biocombustibles de segunda generación, como el biometano, otra de las palancas de nuestra estrategia Positive Motion, a cuyo impulso contribuirá de forma decisiva la puesta en marcha de nuestra nueva planta de Bios, gracias a la cual contaremos con el mayor complejo industrial de biocombustibles de segunda generación del sur de Europa".
Asimismo, desde Moeve apuntan que la puesta en marcha de este proyecto permitirá impulsar la producción de biocombustibles 2G y productos derivados del hidrógeno renovable, como el amoniaco y metanol verdes, que contribuirán a la descarbonización de la industria y del sector del transporte pesado en general.
El directivo de la compañía también aprovechó la ocasión para mencionar su proyecto pionero llamado el anillo de hidrógeno verde, que anunciaron en 2023, y que se situará en Huelva. "Ese anillo del hidrógeno nos permitirá distribuir los distintos insumos y proveer energía sostenible a la industria adyacente", puntualizó Barrasa. Siguiendo esta línea, comentó que "Además de hidrógeno, también vamos a producir derivados de este, como amoniaco o metanol verdes, que entre otros usos permitirán descarbonizar el sector marítimo, una actividad difícilmente electrificable".
Producido por EcoBrands