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¿Está el tejido empresarial preparado para las nuevas normativas de facturación?

  • El 62,9% de los asesores está recomendando a sus clientes que se anticipen a la entrada en vigor del Reglamento de Sistemas Informáticos de Facturación, según el  "Barómetro de la Asesoría", elaborado por Wolters Kluwer
  • Anticiparse ya no es una opción, sino una necesidad para evitar sobresaltos
Barómetro de la Asesoría
EcoBrands

El 62,9% de los asesores está recomendando a sus clientes que se anticipen a la entrada en vigor del Reglamento de Sistemas Informáticos de Facturación, según las conclusiones del último Barómetro de la Asesoría, elaborado desde hace cuatro años por Wolters Kluwer. Este Reglamento modifica los procesos de facturación y exige la generación de un registro digital de cada factura emitida, que deberá conservarse a disposición de Hacienda o que se le podrá enviar de forma voluntaria. Ante este importante cambio, ¿están preparadas las empresas y los autónomos para afrontarlo?

A partir del próximo 29 de julio, los desarrolladores de software de facturación únicamente podrán comercializar aplicaciones que cumplan con los requisitos técnicos establecidos por el Reglamento de Sistemas Informáticos de Facturación (RD 1007/2023), derivado de la Ley Antifraude (Ley 11/2021). Por tanto, cualquier empresa que adquiera un nuevo sistema de facturación a partir de esa fecha ya estará emitiendo facturas de forma adaptada a la nueva normativa. En cuanto a las empresas que ya dispongan de un software previo, deberán asegurarse de que está adaptado antes del 1 de enero de 2026 para las que tributan por el Impuesto sobre Sociedades, y del 1 de julio del mismo año para el resto de empresas y autónomos.

En paralelo, la Ley Crea y Crece (Ley 18/2022) prepara el terreno para la obligatoriedad de la factura electrónica entre empresas y profesionales. Aunque su implementación aún no tiene fecha concreta –está pendiente la aprobación del reglamento correspondiente–, se prevé una aplicación escalonada, primero para compañías con más de 8 millones de euros de facturación anual y posteriormente para el resto. Así, el entorno empresarial español se enfrenta a una doble transición legal que converge en un objetivo común: acelerar la digitalización de los procesos de facturación.

El termómetro del cambio

La última edición del Barómetro de la Asesoría pone cifras al nivel de preparación de los despachos y ofrece una radiografía precisa de cómo se está gestionando esta transición. El conocimiento de las nuevas normativas ha mejorado notablemente: el 82,8% de los asesores asegura conocer las nuevas normativas, lo que supone un incremento de 9 puntos respecto al año pasado. El desconocimiento, aunque sigue presente, va perdiendo terreno: tan solo el 2% de los asesores declara ignorar completamente estas normativas, frente al 4,4% en 2024; y el porcentaje de quienes conocen su existencia, pero no los detalles, ha descendido más de seis puntos.

Asimismo, se detecta una mejora en la comprensión de las diferencias entre ambas leyes: el 42,2% de los encuestados afirma entender plenamente qué regula cada una, frente al 29,6% de 2024. El grupo que considera que necesita más información para diferenciarlas ha disminuido en casi cinco puntos y aquellos que las califican de "confusas" ya solo representan el 4,6% del total.

Pero los despachos profesionales no solo están informados, también están actuando: el 62,9% promueve que sus clientes se anticipen al cambio normativo y el 56,1% ya recomienda de forma activa el uso de un software de facturación adaptado. Por el contrario, ha descendido notablemente el número de asesorías que no emiten ninguna recomendación: del 12,8% al 6,5%. Este año, el Barómetro de la Asesoría también ha preguntado sobre la adopción de la modalidad Verifactu, de envío voluntario de los registros digitales de facturación a la Agencia Tributaria: en 2025, el 38,9% de los asesores declara tener previsto utilizar este sistema, lo que representa un salto significativo respecto al 23,4% de 2024.

La percepción generalizada es que la mayoría del tejido empresarial no está listo para este cambio: el 55,6% de los asesores así lo cree. Apenas el 5,2% considera que las empresas españolas están preparadas y el 20,9% opina que solo las de mayor tamaño podrán asumir esta transformación sin dificultades. En este escenario, emerge un dato alentador: el 18,4% reconoce el papel clave que están desempeñando los despachos en la transición, posicionándose como aliados estratégicos de sus clientes en el camino hacia la digitalización.

A escasas semanas del primer gran hito del calendario, la cuenta atrás está en marcha. Y la recomendación que se extrae de las conclusiones del Barómetro de la Asesoría es clara: anticiparse ya no es una opción, sino una necesidad para evitar sobresaltos y convertir esta obligación legal en una oportunidad de transformación.

Producido por EcoBrands