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Desde sus humildes orígenes en Corella, Navarra, Grupo CORLAGO ha evolucionado hasta convertirse en un referente internacional en el sector industrial.
Fundado en 1978 como una empresa familiar especializada en la fabricación de contrapesos para ascensores, este grupo empresarial ha sabido adaptarse a los tiempos, diversificarse con visión estratégica y consolidarse como un actor clave en tres sectores industriales: ascensores, maquinaria pesada y soluciones de mecanosoldadura. A estos tres ámbitos tradicionales hay que sumar su reciente entrada en el sector de la defensa, donde CORLAGO tiene depositadas muchas esperanzas de abrirse camino.
La trayectoria de Grupo CORLAGO es la de una empresa que nunca ha perdido de vista sus raíces, pero que ha sabido mirar siempre hacia el futuro. "Nuestra historia comenzó con un taller familiar en Corella, centrado en la producción de contrapesos para ascensores. Hoy, más de cuatro décadas después, operamos en tres continentes y producimos más de 50.000 toneladas anuales de soluciones industriales", explica Álvaro Viladrich, CEO del grupo.
Con el paso del tiempo, la compañía fue ampliando su ámbito de actuación y modernizando sus procesos. Esta evolución culminó en la actual estructura corporativa, agrupada bajo el holding CORLAGO Holding SL, que integra filiales como SIC Lázaro SLU, Engineering Mechanical System SLU, SIC Lázaro Polska, SIC Lázaro Brasil, Europe Business Steel SAU, CORLAGO Management SLU y CORLAGO Net SLU.
Hoy, Grupo CORLAGO cuenta con más de 400 empleados distribuidos por todo el mundo. El equipo humano es, según Viladrich, uno de los mayores activos del grupo: "Contamos con profesionales altamente cualificados en todas nuestras plantas y delegaciones. Son ellos quienes, día a día, hacen realidad nuestra propuesta de valor."
El grupo opera cuatro grandes plantas de producción situadas en España (Corella y Buñuel), Polonia y Brasil. A ello se suma una red de presencia comercial y técnica en Estados Unidos, Italia, Francia y China. Estas instalaciones incorporan tecnologías de vanguardia en corte, soldadura, pintura y mecanizado, permitiendo gestionar más de 850.000 líneas de pedido anuales y responder con agilidad a un mercado global.
La diversificación ha sido una de las claves del éxito de CORLAGO. La compañía ha estructurado su actividad en torno a tres líneas de negocio bien definidas.
La primera, y más histórica, es la fabricación de contrapesos para ascensores, con piezas de hasta 25 kilos elaboradas en hormigón denso o acero. Estos productos, además, integran materiales reciclados, en línea con el compromiso medioambiental del grupo. Clientes como OTIS, Schindler, Thyssenkrupp y KONE confían habitualmente en CORLAGO para este tipo de soluciones.
La segunda línea se orienta a la maquinaria pesada. Aquí, los contrapesos pueden alcanzar hasta las 25 toneladas y se diseñan a medida para maquinaria móvil de gran tonelaje. "La personalización y los acabados de alta calidad son esenciales en este segmento", apunta Viladrich. Firmas de renombre como PUTZMEISTER, LIEBHERR, VOLVO CE y CARGOTEC son clientes habituales.
El tercer pilar de negocio lo constituyen las soluciones de mecanosoldadura y estructuras metálicas, orientadas a sectores de alto nivel técnico como el ferroviario, la aviación, la movilidad y la logística. Empresas como ALSTOM, STADLER, TALGO, EINSA y HYSTER recurren a CORLAGO para este tipo de componentes estructurales.
El compromiso con la calidad, la innovación y la sostenibilidad atraviesa transversalmente toda la actividad del grupo. CORLAGO ha implementado procesos automatizados, sistemas de trazabilidad avanzados y mantiene una efectividad productiva cercana al 99%. "Invertimos de forma continua en tecnología. Apostamos por la automatización, por la digitalización, pero sin perder el toque humano que nos caracteriza", explica su CEO.
En el ámbito medioambiental, la empresa se ha tomado muy en serio su papel. Desde 2021 registra y trabaja activamente en la reducción de su huella de carbono. Además, en la fabricación de contrapesos se utilizan áridos procedentes de residuos industriales no peligrosos, como parte de su apuesta firme por la economía circular.
"Nuestro compromiso con la sostenibilidad no es una declaración, es parte de nuestro día a día. Desde el diseño de producto hasta la entrega final, todo está pensado para reducir impacto y fomentar la reutilización", señala Viladrich.
La capacidad de CORLAGO para ofrecer un servicio global y personalizado es otro de los aspectos que lo distinguen en el mercado. La empresa no solo produce a gran escala, sino que adapta cada solución a las necesidades específicas de sus clientes, muchos de ellos líderes en sus respectivos sectores.
Además, la compañía exporta sus productos a más de 100 clientes repartidos entre Europa, América y Asia, lo que consolida su presencia internacional y refuerza su posición competitiva.
Los retos del futuro están claros para el equipo de CORLAGO. Entre sus objetivos estratégicos se encuentran seguir profundizando en la automatización y digitalización de los procesos, reforzar la economía circular mediante un mayor uso de materiales reciclados, y mantener su estándar de excelencia operativa. "La innovación es una carrera que no tiene línea de meta. Solo si anticipamos lo que viene podremos seguir siendo útiles a nuestros clientes y relevantes en el mercado", concluye Álvaro Viladrich.
A lo largo de más de cuarenta años, Grupo CORLAGO ha demostrado que es posible crecer sin perder la esencia, combinar tradición con tecnología y competir en el mercado global desde una pequeña localidad navarra. Su historia es, sin duda, un ejemplo de cómo la industria española puede mirar al futuro con solvencia, sostenibilidad y ambición.
Producido por EcoBrands