Cuando una persona acerca su vehículo a un taller para hacer un cambio de neumáticos, le lleva apenas un par de minutos tomar una decisión que puede marcar la diferencia entre frenar a tiempo o no. Actualmente, vivimos en un mundo donde los neumáticos parecen todos iguales a simple vista y continúan siendo un gran desconocido para muchos conductores. Sin embargo, tecnología, innovación, compromiso y seguridad son algunos de los valores que están en juego y marcan la diferencia.
La automoción se encuentra en una fase dorada de transformación. Los vehículos eléctricos, la conectividad o una movilidad más limpia y sostenible dominan el debate actual. Pero, además, existe una parte del coche que apenas ha cambiado en apariencia durante décadas y, no es otra, que el neumático.
En ellos se encuentra la seguridad, la eficiencia y el impacto de cualquier vehículo, sea de combustión o eléctrico. En este contexto, es urgente romper con la indiferencia y reivindicar el valor real de este componente. No todos los neumáticos son iguales y entender el por qué es absolutamente decisivo para tomar una buena elección.
Por ejemplo, cuando hablamos de la diferencia entre un neumático de categoría A y uno de categoría G, no hablamos solo de letras. Hablamos de hasta 18 metros de distancia de frenado a 80 km/h. Para entenderlo visualmente, esta distancia es el equivalente a cuatros coches consecutivos en fila.
La mayoría de los conductores delegan la elección de sus neumáticos en su mecánico o taller de confianza, sin tomarse el tiempo necesario ni conocer toda la información suficiente. En este escenario, hay marcas que entran con fuerza y argumentos. El mensaje es claro: el neumático no es un gasto, es una inversión en seguridad, rendimiento y sostenibilidad.
Elegir Michelin no es solo una cuestión de marca. Es una apuesta por un neumático que mantiene sus prestaciones desde el primer kilómetro hasta el último. Mientras otras compañías recomiendan cambiar los neumáticos con 3 mm de dibujo -desaprovechando hasta un 20% el producto-, Michelin asegura un rendimiento óptimo hasta el final de su vida útil.
Esto es debido a que sus compuestos están diseñados para durar reduciendo la resistencia a la rodadura, lo que significa menos consumo y menos emisiones. Cada neumático es verificado manualmente por una persona y, al mismo tiempo, por sistemas de inteligencia artificial capaces de recoger hasta 12 millones de datos en tiempo real durante el proceso de producción. No es casualidad que hasta 7 de cada 10 fabricantes de vehículos eléctricos elijan Michelin.
Esta combinación de innovación y control humano permite ofrecer un producto que no solo responde a estándares, sino que los crea, por ello la compañía invierte más de 1.200 millones de euros anuales en I+D. El resultado son productos como el MICHELIN CrossClimate, un neumático homologado para invierno, que no necesita cadenas, pero que también es capaz de funcionar en calor con total garantía. O tecnologías como EverGrip, la cual mantiene el agarre incluso si los neumáticos están desgastados. Así, impulsa una movilidad más segura y sostenible contribuyendo a la evolución hacia una conducción eficiente y segura.
La multinacional francesa no solo ha conectado con los clientes a través de la calidad de sus productos a lo largo de sus más de 135 años de historia. También lo ha logrado mediante las experiencias que ofrecen: desde su histórica Guía MICHELIN hasta el rugido de los motores en los circuitos.
El mundo de la restauración y los hoteles más exigentes confían en Michelin para impulsar su imagen. Eso es una señal inequívoca de que las cosas funcionan bien. Pero, además, su presencia en la alta competición la convierten en una de las marcas más admiradas del mundo. Prueba de ello es el reciente acuerdo con el Circuito del Jarama-RACE, convirtiéndose en partner de una entidad clave en la formación de conductores y el compromiso con la seguridad vial. Suministrará neumáticos de altas prestaciones para la flota de la Escuela RACE y estará presente en diferentes espacios del circuito luciendo el azul tan característico de la compañía.
Si además de todo ello le sumamos su papel en la movilidad sostenible, Michelin se convierte en un auténtico líder de su sector. No solo fabrica neumáticos con hasta un 71% de materiales reciclados, como los usados en la mítica carrera de resistencia de las 24 Horas de Le Mans, sino que también trabaja para que su impacto medioambiental sea el mínimo posible. El 96% de la huella de carbono de un neumático proviene de su uso, por ello, su resistencia a la rodadura y su durabilidad importan tanto, lo que se traduce en menos reemplazos, menos residuos y menos emisiones.
Cada neumático se diseña con el compromiso de proteger tu vida y la del planeta. Porque más allá de la innovación, la marca ha construido un relato emocional alrededor de la excelencia, no solo limitándose al producto, sino también al servicio. Por ello, en España una de cada dos personas sitúan a Michelin como su opción preferida.
En definitiva, cuando hablamos de seguridad, de movilidad o de sostenibilidad, hay un por qué detrás de todo muy evidente: "Why Michelin". En cada curva, en cada kilómetro o en cada frenada. La próxima vez que tu vehículo entre en un taller, recuerda elegir marcar la diferencia, porque elegir bien es elegir Michelin.
Producido por EcoBrands