El Grupo Caja Rural es un referente en el sistema financiero español. Las entidades que lo integran se basan en un modelo cooperativo y en el Mecanismo Institucional de Protección (MIP), dos variables que aportan solvencia y capacidad de respuesta y de estabilidad en posibles contextos adversos. Mantienen su autonomía, además, gracias a la Asociación Española de Cajas Rurales (AECR).
Las firmas del Grupo combinan innovación tecnológica y una atención personalizada que alcanza a las casi siempre olvidadas rurales. Impulsa así el desarrollo económico local, vertebra el territorio y contribuye en cuestiones globales, como la sostenibilidad y la digitalización del mercado. Su modelo se inspira en otros grandes grupos europeos y garantiza un funcionamiento eficaz, competitivo y comprometido con la comunidad y con el futuro del sector bancario.
David Gutiérrez, director general de Caja Rural de Teruel, recibió este año el premio ADEA al Directivo de Teruel que concede la Asociación de Directivos de Aragón. "Para mí es un privilegio y honor dirigir una entidad que en 2025 cumplirá 105 años de historia", asegura. Y profundiza en el funcionamiento de las cajas rurales.
Pregunta: ¿Qué significa que el Grupo Caja Rural sea el único mecanismo institucional de protección de los considerados normativos que goza de tal consideración por las autoridades regulatorias en España desde el 23 de marzo de 2018? ¿Qué supone para la Asociación Española de Cajas Rurales y para sus integrantes?
Respuesta: Creemos que ese mecanismo es un aval a la solidez, la solvencia y la capacidad de autorregulación del sistema que compartimos los integrantes de la Asociación Española de Cajas Rurales (AECR). Este modelo no solo refuerza nuestra estabilidad frente a posibles adversidades económicas, sino que también ofrece una seguridad añadida a nuestros socios y clientes. Para la AECR y sus integrantes supone un respaldo a nuestra gestión y nos posiciona como un grupo financiero fiable en el mercado español.
P: Las cajas rurales destacan por su modelo cooperativo. ¿Cómo contribuye este enfoque a mantener una relación cercana con sus clientes y socios, y qué ventajas aporta frente a otras entidades bancarias?
R: El modelo cooperativo es la base de nuestra identidad. Nos permite establecer una relación cercana con nuestros socios y clientes, basada en valores como la transparencia, la participación y el compromiso mutuo. Este enfoque garantiza que nuestras decisiones siempre prioricen el interés colectivo sobre el particular, lo que genera confianza y fidelidad. Frente a otras entidades, este modelo nos otorga flexibilidad para adaptarnos a las necesidades locales y actuar como un verdadero motor de desarrollo en el territorio. Las cooperativas de crédito, y en concreto las cajas rurales de nuestro Grupo Rural, han sido un dique de contención frente a la crisis bancaria y la exclusión financiera en el mundo rural. Son un agente fundamental de la vertebración económica del país.
El Grupo Caja Rural está basado en un modelo de banca federada que permite salvaguardar la plena autonomía de las Cajas que lo forman sin renunciar al requisito indispensable de operatividad bancaria y eficiencia empresarial; aunque, al mismo tiempo, supera las limitaciones de cada entidad por su respectiva dimensión individual y el ámbito geográfico de su actividad.
P: El Grupo Caja Rural tiene un alcance importante: cuenta con más de 6,5 millones de clientes, 2.346 oficinas, 9.708 empleados o 3.115 cajeros, entre otras cifras. ¿Cómo gestionan esta red para equilibrar innovación, sostenibilidad y la atención personalizada que caracteriza a las cajas rurales?
R: Nos basamos en un modelo único donde cada caja del Grupo es autónoma en la toma de decisiones y en su gestión, pero cooperan y aprovechan las sinergias de esos servicios compartidos, como seguros, fondos de inversión y tecnologías, entre otros. La tecnología y el trato personalizado hacia nuestros clientes sigue siendo nuestra seña de identidad: ambos canales son complementarios, nunca excluyentes.
La relación entre las cajas y los clientes debe ser sencilla, y eso se consigue ofreciendo los últimos servicios tecnológicos. Esta dualidad es fundamental para garantizar la inclusión financiera y reducir la brecha digital en las áreas menos pobladas.
P: El Grupo Caja Rural comparte características con otros grupos europeos. ¿Qué características han adoptado de estos modelos y cómo se posiciona la AECR en el contexto bancario europeo?
R: El modelo elegido por el Grupo Caja Rural es el mismo que el del potente grupo de crédito cooperativo alemán, Bundesverband der Deutschen Volksbanken und Raiffeisenbanken (BVR). Surgido a finales del siglo XIX, hoy cuenta con más de 910 entidades, 11.200 sucursales y engloba a más de 12 millones de socios, con una cuota de mercado en Alemania superior al 28%. El Grupo Caja Rural se alió con el Grupo BVR/DZ Bank hace más de 30 años, presente desde entonces el grupo alemán en el accionariado del Banco Cooperativo Español.
Nuestro modelo es tradicional y prudente, con un profundo arraigo en las comunidades y mucha solidaridad entre sus miembros.
Este exitoso modelo sigue la estela de otros grupos del continente, como el Grupo Osterreichische Raiffeisenbanken austriaco o los Raiffeisen Suizos (tercer grupo suizo bancario, primero a nivel retail), o de una forma similar el Grupo Crédit Agricole (este bajo el artículo 113.6 del Reglamento). Todos ellos son referentes en sus países y juegan papeles relevantes en el sector financiero europeo.
Al igual que el del Grupo Caja Rural, se basan en una banca tradicional, minorista y prudente, con un profundo arraigo en las comunidades locales donde operamos. Y en la solidaridad entre sus miembros, junto al principio de autonomía e independencia en la gestión de cada caja asociada. Para conseguir mayor eficiencia y competitividad, además, contempla una serie de servicios comunes centralizados prestados por sociedades altamente especializadas.
P: Las cajas rurales están muy comprometidas con el desarrollo local. ¿Qué iniciativas ha impulsado Caja Rural de Teruel, en particular, y la AECR, en general, para apoyar a comunidades y sectores estratégicos?
R: Cada caja, dentro de su modelo cooperativo, tiene el denominado fondo de educación y promoción con el que destina un porcentaje de sus beneficios a diferentes acciones. Nuestra caja destina el 10%, aproximadamente, en colaboraciones en el ámbito educativo, cultural y deportivo. Colaboramos, por ejemplo, con la denominaciones de origen e IGP de la provincia, tenemos constituida una cátedra universitaria para el desarrollo de alumnos con altas capacidades y también colaboramos con entidades como el Banco de Alimentos de Teruel.
P: ¿Qué papel juega la sostenibilidad en la estrategia del Grupo Caja Rural y qué acciones concretas están implementando en este ámbito?
R: Un papel fundamental. De hecho, uno de nuestros colectivos prioritarios es el sector primario, e internamente aplicamos prácticas sostenibles en nuestra gestión diaria: el uso de materiales reciclables, la reducción de la huella de carbono y el apoyo a iniciativas locales sostenibles.
Producido por EcoBrands