elEconomista.es

Ofrecido por

logo

Retos del PNIEC: el largo camino hacia una movilidad sostenible

Coloquio "Hacia una Movilidad Sostenible: Retos y Oportunidades del PNIEC", sesión de Global Mobility Call 2024.
Paula Barrado

El pasado jueves 21 de noviembre tuvo lugar la jornada de clausura de la tercera edición de Global Mobility Call, un evento organizado por IFEMA MADRID junto a Smobhub que, desde el día 19, reunió en la capital española a autoridades, profesionales y empresas de movilidad de todo el mundo. En esta última sesión, Avanza lideró el encuentro titulado "Hacia una Movilidad Sostenible: Retos y Oportunidades del PNIEC", en el que grandes expertos del sector público-privado analizaron los desafíos y oportunidades que plantea la transformación del transporte para cumplir con los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).

En una charla moderada por José Ignacio Cases Comyn, presidente de Novadays, participaron destacadas figuras como José María López Martínez, catedrátrico de Transportes por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM); Antonio García Pastor, director de Proyectos Estratégicos de Movilidad en Avanza; Mercedes Ballesteros, directora de Energía en CIEMAT; Mario Muñoz-Atanet, viceconsejero de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía; y Luis Miguel Torres, director general de Transportes y Movilidad de la Comunidad de Madrid, quienes debatieron sobre los puntos clave que atañen al sector.

La movilidad como eje del cambio

La mesa de debate sobre movilidad sostenible y los retos que plantea el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) dejó claras las complejidades y oportunidades que enfrenta España para alcanzar los objetivos climáticos y de transformación industrial en el horizonte 2030. El transporte, responsable del 31% de las emisiones de CO2 en el país, se sitúa como uno de los sectores clave en esta transición, exigiendo cambios estructurales en la electrificación, el modelo de transporte y la planificación urbana.

El PNIEC, al que José Ignacio Cases Comyn se refiere como "el instrumento de planificación más importante a nivel europeo", establece metas ambiciosas: reducir las emisiones del transporte en un 45% y lograr que el 90% de los autobuses sean de cero emisiones para finales de 2030. Mercedes Ballesteros, directora de Energía en CIEMAT, subrayó que, a pesar de los avances, "se va a tardar muchísimo en descarbonizar el sector", debido a la complejidad que supone transformar el sistema de movilidad de manera integral.

Para alcanzar el objetivo de reducir 32 millones de toneladas de CO2, Ballesteros abogó por medidas como la electrificación de la movilidad, el desarrollo de combustibles alternativos —biocarburantes y carburantes sintéticos—, y el fomento de ciudades más compactas que minimicen la necesidad de desplazamientos. También enfatizó la necesidad de priorizar los transportes suaves, como bicicletas, en trayectos cortos, y sustituir el avión por el tren en distancias medias y largas. Además, insistió en que el impulso hacia la electrificación debe estar respaldado por un mix energético sostenible, que permita una transición eficaz y alineada con los objetivos marcados.

Las comunidades autónomas ante el reto de la nueva movilidad

Luis Miguel Torres, director general de Transportes y Movilidad de la Comunidad de Madrid, y Mario Muñoz-Atanet, viceconsejero de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, subrayaron los desafíos inherentes al cambio modal y la electrificación del transporte público.

Torres destacó que Madrid, pese a tener una de las mejores redes de transporte público no solo de España, sino de Europa, sigue enfrentando una dependencia significativa del vehículo privado, usado por algo más del 50% de la población. Para revertir esta tendencia, el plan incluye la renovación de más del 90% de la flota concesionaria hasta 2030, lo que supondría la adquisición de 1.300 autobuses eléctricos anuales. Sin embargo, explica que lograr estas metas requiere no solo voluntad política, sino también una financiación robusta que permita mejorar frecuencias, ampliar líneas y garantizar la infraestructura necesaria para sostener una movilidad eléctrica.

Por su parte, Muñoz-Atanet añadió que el enfoque de la Junta de Andalucía incluye tres líneas estratégicas: reducir la movilidad obligada, mediante medidas como el teletrabajo y el urbanismo eficiente; optimizar el uso del vehículo privado, con mayor ocupación y eficiencia; y, coincidiendo con Ballesteros, fomentar un cambio modal hacia transportes suaves, como bicicletas o patinetes. Sin embargo, enfatizó las dificultades técnicas, como la altitud o las infraestructuras necesarias para su implementación, además de la importancia de ofrecer tarifas asequibles para democratizar el acceso al transporte público.

Avanza: un socio estratégico en la transformación hacia un transporte público sostenible

En el marco de la transición hacia un modelo de transporte público más sostenible, Avanza, empresa de movilidad que pertenece a la trasnacional mexicana MOBILITY ADO se ha consolidado como un actor clave, trabajando estrechamente con las administraciones públicas para afrontar los retos del cambio modal. Durante su intervención, Antonio García Pastor, director de Proyectos Estratégicos de Movilidad en Avanza, destacó cómo la empresa se ha convertido en un aliado estratégico fundamental para la implementación de políticas como las zonas de bajas emisiones y las nuevas estrategias de tarificación. Estas medidas, según explicó, no solo buscan reducir las emisiones de los vehículos, sino también incentivar el uso del transporte público, imprescindible en el cambio hacia una movilidad más sostenible.

"Cada territorio tiene sus particularidades, y nuestra diversidad geográfica nos ha permitido convertirnos en un banco de pruebas para adaptar soluciones a distintas necesidades".

El crecimiento sostenido de la demanda de transporte público, tanto en España como en el resto de Europa, ha sido un factor determinante en este proceso. García Pastor subrayó que, frente a este aumento, la inversión en infraestructuras y en la formación de personal es esencial. Los costes operativos necesarios para abordar este desafío se estiman entre 3.000 y 9.000 millones de euros anuales solo en España, un esfuerzo económico que va más allá de la simple inversión en flotas de vehículos. La necesidad de contar con el personal suficiente, así como adaptar a los conductores y técnicos a las nuevas tecnologías y gestionar de forma eficiente las infraestructuras, incluidas las baterías al final de su vida útil, es una de las grandes prioridades de la empresa.

En este contexto, Avanza ha estado a la vanguardia de la tecnología eléctrica desde hace más de una década, probando baterías avanzadas, sistemas de carga por oportunidad o vehículos híbridos. Esta experiencia acumulada les ha permitido anticiparse a retos clave, como la autonomía en servicios de largo recorrido o el impacto de factores como la orografía y las temperaturas en el consumo energético. "Cada territorio tiene sus particularidades, y nuestra diversidad geográfica nos ha permitido convertirnos en un banco de pruebas para adaptar soluciones a distintas necesidades", explicó García Pastor.

Pese a los retos, la evolución tecnológica ha permitido reducir costes y mejorar la eficiencia de los vehículos eléctricos, acercándolos a los niveles de competitividad de los modelos tradicionales. Por eso, el compromiso de la compañía con la movilidad sostenible se traduce en cifras concretas: Avanza prevé operar 200 vehículos eléctricos en 2024 y más de 430 en 2026. Aun así, García Pastor explicó que sus esfuerzos no solo se centran en electrificar la flota, sino en liderar una transformación integral que contribuya a un sistema de transporte más sostenible, eficiente y adaptado a las necesidades actuales.

Esta visión sitúa a Avanza más allá del papel de operador de transporte, actuando como un socio estratégico para las administraciones y un ejemplo de liderazgo en la descarbonización del sector.

La importancia de la neutralidad tecnológica

El catedrático José María López Martínez, de la Universidad Politécnica de Madrid, contextualizó que los fondos Next Generation han supuesto un impulso importante, liberando unos 2.900 millones de euros para vehículos eléctricos y conectados, complementados con una inversión privada de unos 12.000 millones de euros. Sin embargo, aclaró que estos esfuerzos de producción se han centrado principalmente en turismos, dejando a los autobuses en una posición secundaria.

España, explicó, cuenta con una fuerte tradición en la fabricación de carrocerías y transporte seguro, consolidada durante más de 30 años. Sin embargo, la electrificación del sector de los vehículos pesados enfrenta retos singulares. "El peso de las baterías, que puede llegar a las tres o cuatro toneladas, plantea un dilema: ¿transportamos pasajeros o transportamos baterías?", afirmó. López Martínez subrayó que, aunque la electrificación es una solución viable para el ámbito urbano, la autonomía requerida para el largo recorrido sigue siendo una barrera. En este contexto, abogó por mantener una neutralidad tecnológica que permita integrar combustibles sintéticos e hidrógeno como alternativas viables para alcanzar los objetivos de descarbonización sin depender exclusivamente de la electrificación.

"No se alcanzarán los objetivos marcados por el PNIEC para 2035 si no se adopta un enfoque de neutralidad tecnológica".

En un análisis contundente, López advirtió que no se alcanzarán los objetivos marcados por el PNIEC para 2035 si no se adopta un enfoque de neutralidad tecnológica. Apuntó que, aunque el transporte público es esencial para reducir emisiones, representa solo el 0,2% del parque móvil español, compuesto por 30 millones de vehículos. Por ello, remarcó como crucial la adopción de una visión más amplia que considere la integración de políticas industriales, energéticas y climáticas, apoyadas por una financiación sólida y una colaboración público-privada efectiva.

El debate concluyó subrayando que la transición hacia una movilidad sostenible requiere una acción coordinada entre administraciones, operadores y sectores tecnológicos. Desde el diseño urbano hasta la fabricación de autobuses y el desarrollo de infraestructuras de carga, cada paso será esencial para que España pueda cumplir con los objetivos del PNIEC y consolidarse como líder en la descarbonización del transporte. En definitiva, estamos en el camino hacia una movilidad sostenible, pero será tan complejo alcanzarlo como imprescindible adoptarlo.

Producido por EcoBrands