elEconomista.es
 

Ofrecido por

 
logo

Los residuos orgánicos, nuevo aliado en el desarrollo de combustible SAF

  • Vueling  se ha unido a la empresa Seduco-Wenergy para producir carburante sostenible a partir de residuos agrícolas como los purines
Avión de Vueling
EcoBrands

Los combustibles sostenibles de aviación (SAF por sus siglas en inglés) se presentan como una solución imprescindible en la descarbonización del sector aéreo, tanto, que pueden reducir más de un 80% las emisiones en comparación con los combustibles convencionales. De hecho, un estudio elaborado por PwC para Vueling e Iberia estima que el desarrollo de una industria para producir estos combustibles podría aportar hasta 56.000 millones de euros al PIB del país. Además de atraer inversiones de más de 22.000 millones de euros y generar 270.000 puestos de trabajo directos e indirectos. El mismo informe destaca la importancia de contar con los incentivos adecuados para desarrollar la industria del SAF en España y acelerar la transición ecológica del sector de la aviación.

Con el objetivo de avanzar en la investigación y el desarrollo de este tipo de carburantes, Vueling, compañía perteneciente al grupo IAG, se ha unido a la empresa Seduco-Wenergy para producir SAF a partir de residuos agrícolas como los purines. En la actualidad, el grupo industrial ha producido algunos lotes de SAF realizados a partir de purines. España parte con ventaja en este campo puesto que es uno de los países europeos con mayor producción de ganado porcino. Para la elaboración de estos combustibles sostenibles también se utiliza el guayule, un cultivo energético que crece en zonas desérticas y es utilizado para el enriquecimiento del suelo.

La alianza de ambas compañías permitirá impulsar el desarrollo de este combustible y avanzar en su certificación oficial para poder ser usado en las aeronaves actuales, contribuyendo así a la descarbonización del transporte aéreo. Para la producción de SAF, además de purines, también pueden usarse restos agrícolas o forestales, residuos urbanos o aceites reciclados, entre otros, o incluso a partir de CO2 capturado del aire y mezclado con hidrógeno verde.

Además, la gran ventaja de este combustible alternativo es que se puede utilizar en los aviones actuales sin ninguna modificación.

Objetivo: un 10% de SAF en 2030

El sector aéreo está sometido a una estricta regulación por parte de las instituciones públicas con el objetivo de reducir su impacto ambiental. En octubre de 2023, Bruselas aprobó una nueva hoja de ruta que fija el uso de un mínimo del 2% de SAF en 2025, un 6% en 2030 y un 70% en 2050. Y a partir de 2030, el 1,2% de los combustibles también deberán ser combustibles sintéticos, aumentando hasta el 35% en 2050.

El grupo IAG, al que pertenece la aerolínea, ha querido ir un paso más allá y se ha comprometido a suministrar un 10% de combustible SAF en 2030, prácticamente el doble que la meta fijada por la Unión Europea.

Vueling, como parte de IAG, comparte la visión de avanzar hacia la descarbonización del sector aéreo y, para ello, la compañía desarrolla diversas líneas de trabajo como son el uso del SAF o la eficiencia de la flota y las operaciones en el marco del programa Flightpath Net Zero, mediante el cual se ha establecido el objetivo de alcanzar las cero emisiones netas de CO2 en el año 2050.

Producido por EcoBrands