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Impulsando infraestructuras verdes y soluciones basadas en la naturaleza

  • Agbar, parte del grupo Veolia, está reforzando su actividad para luchar contra el cambio climático desarrollando soluciones innovadoras para preservar el agua y cuidar y restaurar los ecosistemas naturales.
El parque El Recorral, en Rojales (Alicante), se ha convertido en un humedal rico en biodiversidad.
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Los importantes episodios de sequía que se están viviendo en los últimos meses en España, sobre todo en regiones como Cataluña y Andalucía, no son una situación exclusiva del país. De hecho, la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD, por sus siglas en inglés) asegura que se trata de "una emergencia sin precedentes a escala planetaria". En datos se traduce en que hasta el 40% de las zonas terrestres del planeta están degradadas. Además, el número y la duración de los períodos de sequía han aumentado un 29% desde el año 2000.

Lo cierto es que España es un país especialmente afectado por el cambio climático, de hecho, está ya entre las principales preocupaciones de los españoles. Así lo recoge al menos el Barómetro de la Transformación Ecológica elaborado por Veolia, referente mundial en la transformación ecológica, con servicios de agua, energía y residuos. El 78% de la población española se siente vulnerable ante el cambio climático (contra el 65% a nivel mundial), lo que apunta a una importante concienciación en nuestro país en comparación al resto del mundo. Asimismo, el 80% se siente expuesta a un deterioro de su calidad de vida, frente al 68% mundial.

Ante esta situación, y para concienciar sobre la necesidad de proteger el planeta, el 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente (DMMA), que se ha convertido en la cita anual más importante de la ONU para abogar por la acción ambiental. Este año, el DMMA se centra en la restauración de la tierra, la desertificación y la resiliencia a la sequía.

Depuradora Cabezo Beaza (Cartagena), un ejemplo de recuperación natural con más de 30 especies de aves.
Depuradora Cabezo Beaza (Cartagena), un ejemplo de recuperación natural con más de 30 especies de aves.

En este contexto gana especial relevancia movilizar medidas ambientales transformadoras, aprovechando los avances científicos y las innovaciones tecnológicas e implicando a todos los actores (administraciones, sector privado, ciudadanía, etc.), cada uno desde su ámbito. Bien lo sabe Agbar, parte el grupo Veolia, que está reforzando su actividad para luchar contra el cambio climático. En este campo está desarrollando soluciones innovadoras para la preservación del agua y el cuidado y restauración de los ecosistemas naturales, a través de la adopción de modelos circulares y del impulso de las infraestructuras verdes y de las soluciones basadas en la naturaleza.

Esto se traduce en la regeneración y posterior reutilización del agua, permitiendo dar una nueva vida a las aguas residuales. Esta actuación es clave para asegurar la disponibilidad del agua en el futuro. Gracias a esto, el agua que proviene de las depuradoras puede tener una segunda vida en las ciudades, la agricultura y la industria. De esta manera, el agua reutilizada puede usarse, por ejemplo, para el riego de zonas verdes y de campos agrícolas o la limpieza de las calles.

Pero, ¿en qué puede traducirse esto? Una cuarta parte del agua que consume el área de Barcelona ya es regenerada, esto es posible gracias al funcionamiento de la ecofactoría del Baix de Llobregat que regenera el agua residual depurada para usos industriales, agrícolas y urbanos, por ejemplo. O que en la Región de Murcia el agua regenerada de las depuradoras de La Hoya, en Lorca, o Cabezo Beaza, en Cartagena, se emplee para el riego agrícola de las zonas circundantes, contribuyendo a paliar los efectos de la sequía en esta región, una de las principales zonas agrícolas de España.

Además, hay que tener en cuenta que esta agua regenerada también se devuelve en condiciones óptimas al medio ambiente, en los ríos y acuíferos, para empezar así un nuevo ciclo de captación.

La reutilización del agua residual permite, entre otras cosas, reducir la presión sobre los recursos hídricos, así como no depender tanto de la climatología, es decir; de la cantidad de lluvia.

Infraestructuras verdes

Otro eje clave en la estrategia de Agbar consiste en naturalizar las instalaciones gestionadas, para que estén completamente integradas en su entorno natural y favorezcan sus funciones ecológicas y la biodiversidad local, transformándolas en infraestructuras verdes.

Entre las medidas encaminadas a naturalizar las infraestructuras destacan el cálculo de la huella ecológica de las instalaciones prioritarias que se encuentran en zonas sensibles y la implantación de planes de acción de biodiversidad, la eliminación del uso de fitosanitarios o la incorporación de protocolos de actuación para luchar contra las especies exóticas invasoras en todas las instalaciones.

Esto ha permitido la reincorporación de algunas especies a punto de desaparecer. En la depuradora de Cabezo Beaza (Cartagena), por ejemplo, la malvasía cabeciblanca, un peculiar pato buceador con una población muy escasa en España; o, en los humedales de depuración de Begudà (Girona), el ratonero patudo, una especie de murciélago que está catalogada en peligro de extinción en esta región.

La malvasía cabeciblanca, un peculiar pato buceador con una población muy escasa en España, en una de las instalaciones del grupo
La malvasía cabeciblanca, un peculiar pato buceador con una población muy escasa en España, en una de las instalaciones del grupo

Soluciones basadas en la naturaleza

Otra de las apuestas de Agbar son las soluciones basadas en la naturaleza (SbN). Están inspiradas en el funcionamiento de los ecosistemas que preservan la biodiversidad a la vez que contribuyen a la adaptación de los efectos del cambio climático de una forma más sostenible, generando múltiples beneficios que provienen de la naturaleza.

Por ejemplo, en Rojales (Alicante), Hidraqua, parte del grupo, ha apostado por las soluciones basadas en la naturaleza creando una zona húmeda artificial con agua regenerada que, a su vez, evita vertidos al medio en episodios de lluvias torrenciales. En colaboración con el ayuntamiento de la localidad, la compañía ha construido cinco lagunas artificiales naturalizadas en el parque de El Recorral, que se ha convertido en un humedal rico en biodiversidad.

Trabajador de Agbar instalando una caja-nido
Trabajador de Agbar instalando una caja-nido

En concreto, en el parque El Recorral se construyeron cinco lagunas, de más de 5.000 m3 de capacidad, que funcionan como un humedal y sirven también para almacenar y distribuir el agua regenerada. Además, se llevó a cabo una gran intervención paisajística, consistente en la realización de plantaciones de arbolado y plantas arbustivas que se dispusieron a lo largo de los caminos o recorridos que acompañaban la zona de las lagunas.

Entre otras acciones de preservación de la biodiversidad local, se han revegetado los espacios naturales con planta autóctona y se han instalado refugios de fauna. El uso de agua regenerada, que se emplea para el riego de las zonas verdes, ha permitido el asentamiento y reproducción de diferentes especies acuáticas que van estableciéndose en las diferentes lagunas artificiales.

Asimismo, el paisaje y el agua han atraído a multitud de otros seres vivos que dependen de ella para vivir por lo que nuevos habitantes como a aves, anfibios, reptiles, mamíferos e invertebrados se han instalado y prosperan en esta zona.

La importancia de estos espacios es tal que en el año 2020 los humedales artificiales de depuración que Agbar gestiona en Illa del Mar y de L'Embut, en el Delta del Ebro, fueron declarados reserva natural de fauna salvaje por la Generalitat de Cataluña. Hoy en día, es una zona de alto interés ornitológico, donde se han observado 48 especies diferentes, 33 incluidas en el catálogo de especies amenazadas.

Estos humedales ofrecen espacios idóneos para las aves (gracias a refugios, zona de alimentación y nidificación), para la observación ornitológica, los paseos naturalistas y la educación ambiental.

Producido por EcoBrands.