elEconomista.es
 

Ofrecido por

 

Papeleras convertidas en "agarracucharas" para personas con diversidad funcional

  • El prototipo ya está usándose en Fundación Bobath, dedicada al tratamiento integral y la educación de personas con parálisis cerebral
  • Gracias a la implicación de Fundación Repsol y Ayúdame3D, Manuela Borao ha hecho posible este proyecto social
De izquierda a derecha: Manuela Borao, Eva García Biosca y Gema García Franco, de Economía Circular de Repsol
Paula Barrado

Millones de personas se sumergen cada día en su rutina laboral. Sin embargo, solo unas pocas poseen la habilidad única de ver más allá de lo obvio, de ver lo extraordinario en la vorágine de lo mundano. Una de esas personas extraordinarias es Manuela Borao, la protagonista del capítulo 3 de la serie sobre el programa de voluntariado corporativo de Fundación Repsol.

Impacto positivo en la vida de las personas

Manuela trabaja en el área de Economía Circular, dentro del equipo de Repsol Química y se puso el reto de explotar sus habilidades profesionales fuera de ese ámbito para colaborar en proyectos sociales. "Trabajo en la dirección de poliolefinas -un tipo de plástico- y me gusta encontrar nuevas oportunidades para los materiales", explica la ingeniera. Fue así como surgió la idea de darle una segunda vida a unas 4.400 papeleras que retiraron de las oficinas de la sede de Repsol en Madrid, las cuales sustituyeron por otras más funcionales para facilitar la recogida selectiva de desechos.

Trabajo en la dirección de poliolefinas y me gusta encontrar nuevas oportunidades para los materiales

Junto al área de Transformación Social de Fundación Repsol, dieron forma al proyecto. "Manuela nos contó que quería darles una segunda oportunidad a las papeleras retiradas, pero no tenía claro cómo hacerlo y en qué utilizarlas", apunta Laura Vicente, responsable de Transformación Social de Fundación Repsol. Finalmente, el resultado fue la creación de un nuevo dispositivo de ayuda para personas con diversidad funcional motora: un "agarracucharas".

Pero ¿cómo ha sido todo el proceso de elaboración?

Tras localizar la totalidad de las papeleras, el primer paso fue la gestión con Acteco, empresa especializada en tratamiento y reciclaje de residuos. Así, las papeleras se trituraron y convirtieron en filamentos de plástico útiles para la impresión 3D.

Después, Fundación Repsol donó el material a Ayúdame3D, una entidad española que fomenta el valor social de la tecnología con la creación de prótesis y otros dispositivos con impresión 3D. "Nuestra función ha sido la creación y el diseño desde cero de los dispositivos, gracias al material –el polipropileno– de las papeleras de Repsol", explica Guillermo Gauna-Vivas, fundador de esta empresa social. "Desde nuestro lado, les hemos enseñado a diseñar, a crear y a ver de qué manera podemos utilizar la tecnología para ayudar. Es decir, le hemos dado la pincelada de empatía que necesita la tecnología en estos momentos para que todos nos demos cuenta de que puede solucionar problemas", apunta. Y es que, estos dispositivos creados por Manuela y todo el equipo, permiten que las personas con diversidad funcional motora den un salto en su autonomía, mejorando así su calidad de vida.

Le hemos dado la pincelada de empatía que necesita la tecnología en estos momentos para que nos demos cuenta de que puede solucionar problemas

Guillermo Gauna-Vivas, fundador de Ayúdame 3D, junto a Manuela Borao y Eva García Biosca
Guillermo Gauna-Vivas, fundador de Ayúdame3D, junto a Manuela Borao y Eva García Biosca

Una vez que los prototipos del "agarracucharas" se hicieron realidad, el siguiente paso fue probarlos con los usuarios potenciales de la Fundación Bobath, dedicada al tratamiento integral y la educación de personas con parálisis cerebral a lo largo de todas las etapas de su vida. Blanca García, su responsable de comunicación, explica cómo estos dispositivos "se usan para comer y para actividades con útiles de pintura, y son muy útiles porque se mantienen más estables y fijos que otros dispositivos. El prototipo ha ido evolucionando y adaptándose mejor al movimiento de las personas que lo usan, lo cual ha supuesto, en definitiva, una mejora de sus posibilidades y ergonomía. Además, es un dispositivo bastante limpio y fácil de lavar, lo cual también es una ventaja".

El prototipo ha ido evolucionando y adaptándose mejor al movimiento de los usuarios, lo cual ha supuesto una mejora de sus posibilidades y ergonomía

Por su parte, Manuela destaca "la alegría de ver a sus compañeros de Repsol tan involucrados" y "el orgullo de poder ayudar con algo que nació de una idea, de una ilusión, y que, finalmente, utilizan personas a las que realmente les puede mejorar su calidad de vida".

Desde Ayúdame3D, Guillermo habla de este proyecto como "una experiencia muy bonita, porque hemos contado con diferentes personas muy profesionales de diferentes sectores, que han aportado su punto de vista para crear y mejorar este producto de apoyo".

Producido por EcoBrands