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Más de un tercio de las empresas españolas desarrolla planes de IA

  • Las compañías están empezando a incorporar este recurso a sus procesos
  • Buscan para poder capitalizar todo su potencial
Luis Abril, responsable de Minsait, durante la presentación del Informe Ascendant
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La imitación de las capacidades humanas mediante tecnologías cognitivas para la realización de funciones típicamente presentes en las organizaciones, con un objetivo de refuerzo de la productividad de las personas. Esta es la definición de inteligencia artificial (IA), cuya presencia aumenta en nuestro día a día. Las empresas españolas, conscientes de su crecimiento y utilidad, comienzan a sentar las bases para incorporar este recurso a sus procesos y poder capitalizar todo su potencial. Muestra de ello es que más de un tercio de las compañías (el 36%) ya están definiendo planes de inteligencia artificial, alineados con la estrategia empresarial. Así lo revela el Informe Ascendant Madurez Digital 2024 de Minsait bajo el título IA, radiografía de una revolución en marcha. Si bien es cierto que queda un largo camino por recorrer, ya que se parte de un bajo nivel de adopción y apenas un 10% ya dispone de un plan integrado completamente en sus estrategias.

Muchas de las firmas se están lanzando ya al despliegue de casos de uso, sobre todo de inteligencia artificial generativa, lo que ha dado una eclosión de referencias en una etapa muy anterior a lo que habitualmente ha sucedido con otras tecnologías emergentes. Lejos de eclipsar a su versión tradicional, donde aún existe mucho valor por capturar, la IA Generativa se ha convertido además en el multiplicador para la implementación de casos de uso y acelerar su llegada a las empresas.

"Percibimos un salto cualitativo que avanza hacia nuevos modelos de gestión, en los que la IA se integra en todas las funciones de la organización, facilitando a las personas que puedan centrarse en actividades de mayor valor. Para conseguirlo, uno de los grandes retos de compañías e instituciones es acelerar la innovación y el escalado ágil y flexible de la inteligencia artificial, con el fin de no perder el tren de la competitividad y continuar creciendo de forma sostenible", explica Luis Abril, consejero ejecutivo de Indra y director general de Minsait.

La eficiencia y optimización de los procesos internos es la razón principal para que las compañías implanten la IA. Este es uno de los aspectos de mayor importancia para el 72% de las organizaciones entrevistadas en el estudio. En un segundo escalón, el 34% de las compañías menciona la mejora de la toma de decisiones basadas en datos y la optimización del dato, seguido del 31% que lo hace por mejorar la experiencia de clientes y usuarios internos.

La nube y contar con un buen ecosistema de aliados e hiperescaladores se ha convertido en la base tecnológica para la escalada y, en el caso de IA Generativa, prácticamente en un imperativo debido al coste y al conocimiento que se requiere para entrenar grandes modelos de lenguaje. El 78% de las organizaciones dispone ya de infraestructura en la nube para fomentar la inteligencia artificial y una de cada tres tienen acuerdos con socios tecnológicos especializados.

Desde Minsait estiman que integrar la ética y la ciberseguridad desde las etapas iniciales de diseño, prueba e implantación de casos de uso es básico para garantizar la seguridad de los datos. Aunque a día de hoy, según el informe, sólo un 9% de las organizaciones ha implantado soluciones y planes de ciberseguridad específicos para ello, las compañías ya están estableciendo soluciones adicionales para proteger los modelos de IA durante todo su ciclo de vida. Sectores como banca, energía, seguros y telecomunicaciones ya han habilitado medidas para cambiar su enfoque hacia la IA, mientras que otros como consumo, industria o AAPP se encuentran en fases más incipientes.

Retos

Pero toda adaptación tiene sus barreras y retos. Uno de los principales obstáculos para el 36% de las organizaciones es la falta de profesionales cualificados. Le sigue la falta de visión y entendimiento por parte de las capas directivas sobre el valor de la IA y su potencial de crecimiento para el negocio (35%).

El uso responsable y el cumplimiento de la privacidad están entre las barreras para aumentar la adopción de la IA. Y es que la inestabilidad de la regulación y la ausencia de una marco regulatorio estable supone una preocupación para el 31% de las organizaciones. Este escenario ha recibido claridad con la reciente aprobación de la Ley Europea de IA (IA ACT), la primera normativa exhaustiva sobre inteligencia artificial del mundo que regula nuevos escenarios de oportunidad donde incentivar este recurso.

"La inteligencia artificial es un recurso valioso para mejorar la competitividad. Y, como siempre ha ocurrido con otras revoluciones de calado, la IA supone una disrupción en diversos ámbitos de la sociedad y viene acompañada de una serie de retos que habrá que gestionar", resalta Abril.

Producido por EcoBrands