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Tecnología sanitaria: fundamental para el bienestar común

  • El sector de la tecnología sanitaria facturó en 2023 10.600 millones de euros 
  • La tecnología sanitaria generó 32.000 puestos de trabajo el pasado año
  • Bajar el IVA de los bienes sanitarios ahorraría 1.000 millones al Sistema Nacional de Salud
La innovación tecnológica tiene un rol clave en el SNS y en la calidad de vida.
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Los grandes logros que se han alcanzado a lo largo de los años en materia de salud han ido, casi siempre, de la mano con importantes avances tecnológicos. La tecnología sanitaria no solo ayuda a tratar enfermedades, sino también a prevenir y diagnosticarlas. Dentro de los hospitales y centros sanitarios, ayuda al profesional a realizar de manera más precisa y sencilla pruebas y/o tratamientos orientados a lograr que las personas tengan salud y calidad de vida.

Así, debemos hablar de la importancia de la tecnología sanitaria, es decir, todos aquellos productos, dispositivos, equipos o materiales médicos, utilizados en la atención sanitaria para mejorar el tratamiento y control de una enfermedad. Podríamos citar numerosas y destacadas tecnologías que han cambiado, y seguirán haciéndolo, la prestación sanitaria y la práctica clínica. Es imposible citarlas todas, pero, abarcan desde marcapasos, hasta técnicas de diagnóstico in vitro, pasando por robots quirúrgicos.

En cualquier caso, la grave crisis sanitaria vivida durante la pandemia de la Covid-19 puso en valor la importancia de los avances tecnológicos en la medicina, así como su contribución al sector. No en vano, la tecnología sanitaria tiene un rol clave en el sistema de salud y en la calidad de vida de la población, así como su contribución en la salud pública. De hecho, tal y como presenta Fenin (Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria) a través de su Memoria de Sostenibilidad 2023, el sector, que creció un 4,5%, facturó 10.600 millones de euros y alcanzó los 32.000 puestos de trabajo directos y 100.000 indirectos en España el año pasado.

Demandas del sector

Fortalecer e impulsar este sector ayudaría a desarrollar un sistema sanitario aún más eficiente, además de tener una menor dependencia de los mercados internacionales. No obstante, e incluso a tenor de los datos, muchas de las propuestas planteadas por esta industria a las instituciones no se han aplicado o están demorándose más de lo deseable. Atenderlas es fundamental si se quiere seguir en el camino del desarrollo y mejorar la industria sanitaria en España.

Por ello, Fenin, en representación de las empresas fabricantes y distribuidoras de nuestro país, tiene en su haber una serie de propuestas destinadas a este objetivo y dirigida a las instituciones públicas, tanto nacionales como regionales. Garantizar una financiación suficiente para la Sanidad, acometer una industrialización del sector, crear un entorno regulatorio estable, transformar y digitalizar nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS), apostar por la compra pública basada en valor, la indexación de contratos públicos sanitarios o lograr liquidez para las compañías del sector son algunos de sus reclamos.

El eje principal sobre el que giran todas las propuestas es la financiación. La asociación defiende que el peso económico de su actividad, así como su importancia en la sociedad, tiene que contar con una financiación suficiente y estable. Por ello, apuestan por reorientar los presupuestos y asignar mayores partidas económicas a tecnologías para una población cada vez más envejecida y con enfermedades crónicas. Asimismo, Fenin aboga por un marco regulatorio que facilite el acceso a la innovación en el ámbito sanitario. Para ello es fundamental establecer un Plan Nacional de Industrialización del sector de la tecnología sanitaria, sobre todo recordando la crisis sanitaria que vivimos hace unos años. Dicha situación resaltó la necesidad de aumentar la fabricación de dispositivos sanitarios en nuestro territorio.

En esta línea, Fenin subraya la importancia de desarrollar una estrategia nacional que fomente la creación de una industria innovadora y competitiva, alineados con los principios de la industria 4.0, y que cuente con el respaldo activo de las autoridades públicas. Impulsar el sector sanitario en España pasa también por contar con un parque tecnológico renovado y de calidad. Actualmente, existen una serie de estrategias encaminadas precisamente a renovar el equipo sanitario en hospitales y seguir reduciendo el nivel de obsolescencia. Pero, esta renovación de equipos no debe ser solo de "alta tecnología", sino también apostar por otras familias tecnológicas que requieren de una actualización y que son igual de fundamentales en la prestación sanitaria.

En este sentido, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, respaldado por los Fondos Next Generation de la Unión Europea y el PERTE de Salud en Vanguardia son oportunidades para mejorar la atención sanitaria basada en tecnología sanitaria. Además, existen otras estrategias financiadas con estos fondos como es Plan Inveat, con 796 millones de euros, que renovó 851 equipos en hospitales de todo el país; el Plan Amat-i, con 266,7 millones, que busca reducir la obsolescencia tecnológica en el SNS y renovar equipamiento no incluido en el Inveat y el Plan Minap, con 579 millones, destinado a mejorar infraestructuras y equipamiento clínico en Atención Primaria.

Estas inversiones, como destaca Fenin, dejan claro el papel esencial de las tecnologías sanitarias en la modernización del Sistema de Salud, aunque se necesitan más iniciativas para combatir la obsolescencia tecnológica que aún presenta España y construir un sistema más resiliente. Al mismo tiempo, no se debe olvidar que el Gobierno de Canarias bajó el Impuesto General Indirecto Canario (IGIC) de los productos sanitarios para garantizar un mayor acceso a bienes que se consideran esenciales. Sin embargo, a nivel nacional no se han producido avances, pese a que la directiva europea ya permite a los Estados miembro reducir el IVA de los productos sanitarios desde abril de 2022 por considerarlos precisamente, bienes esenciales.

Por esta razón, Fenin viene solicitando al Gobierno central y, en concreto, al Ministerio de Hacienda y Función Pública, que ejecuten esta medida para, no solo mejorar la accesibilidad, sino también ahorrar más de 1.000 millones de euros al sistema de salud. Dinero que, a su vez, podría revertirse en el propio sistema para, por ejemplo, la adquisición de innovaciones tecnológicas. Cabe recordar que en España, la mayoría de productos sanitarios siguen gravados con el tipo impositivo más alto, del 21%.

La innovación tecnológica tiene un rol clave en el SNS y en la calidad de vida.

Sobre los contratos

Precisamente, en torno a la adquisición de tecnología sanitaria, la asociación se esfuerza en fomentar modelos de compra pública de tecnología sanitaria que prioricen el valor y la innovación frente al precio. La organización apuesta por tener en cuenta criterios que permitan mantener un equilibrio entre el factor económico, el valor incremental y la sostenibilidad a la hora de llevar a cabo contratos públicos, priorizando de esta manera el valor.

No obstante, el proceso de compra para hospitales y centros sanitarios puede resultar en ocasiones algo complicado, por lo que Fenin pone a su disposición la Guía de Compra Pública Eficiente de Tecnología Sanitaria, elaborada en colaboración con los mayores expertos en contratación de las comunidades autónomas. La idea es proponer soluciones concretas a los retos del día a día que plantea la adquisición de equipamientos médicos. En palabras de Jorge Huertas, presidente de Fenin, la guía es "un claro exponente de la contribución de valor de nuestra Federación y un modo de favorecer que las personas puedan acceder a tecnología sanitaria de calidad".

De cualquier modo, la organización apuesta por tener en cuenta criterios que permitan mantener un equilibrio económico-financiero de los contratos públicos de adquisición de tecnología sanitaria. Referente al factor económico, la indexación (revisión de los precios) se coloca como un aspecto a tener en cuenta, especialmente en un contexto de continuos cambios socioeconómicos como en el que nos encontramos. Tener la posibilidad de revisar al alza o a la baja los precios con el contrato ya en vigor da un alivio al sector sanitario en situaciones de crisis de suministro o de inflación y, como resultado, la sociedad puede disfrutar de un sistema menos tambaleante, así como del acceso en tiempo y forma a tecnologías y productos sanitarios de calidad.

Producido por EcoBrands