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La iniciativa de Endesa que fusiona energía solar y cultivo de azafrán

  • La compañía lidera el camino en la innovación agrícola y consolida su apuesta por la sostenibilidad 
Ana Delgado

En las tierras conquenses de Motilla del Palancar, la historia del azafrán se entreteje con la riqueza de la tradición y la laboriosa dedicación de generaciones. Desde tiempos lejanos, los campos de esta región han sido el hogar de un azafrán excepcional, cuyas hebras se han convertido en un emblema de calidad y sabor inigualables.

El azafrán, conocido como el "oro rojo", ha sido durante siglos uno de los productos más preciados. Sin embargo, su cultivo a menudo enfrenta desafíos climáticos y medioambientales. En este contexto, Endesa ha dado un giro audaz pero decidido, combinando su experiencia en energía solar con la agricultura; construyendo paneles solares que no sólo generan energía limpia, sino que también proporcionan sombra regulada y una temperatura ideal para el crecimiento del azafrán.

Bajo el sello de la Denominación de Origen Protegida Azafrán de La Mancha

Los primeros capítulos de esta historia remontan sus raíces a la época de los moriscos, quienes introdujeron el cultivo del azafrán en Cuenca. A lo largo de los siglos, la cuidadosa selección de bulbos y las técnicas de cosecha se transmitieron de padres a hijos, consolidando la reputación de Cuenca como una cuna del azafrán de alta calidad.

Uno de los principales productores del país es Bealar, en Motilla del Palancar. Su azafrán está certificado como ecológico y bajo el sello de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Azafrán de La Mancha. Desde la compañía, Guillermo Beleña, técnico de control de calidad y seguridad alimentaria de Bealar explica el laborioso proceso del manjar del crocus sativus. "Se recolecta entre junio y agosto". En el mismo momento de esa recolección "hay que limpiarlo y se guarda hasta su posterior plantación". "Entre agosto y septiembre se planta, y a últimos de octubre obtendríamos las primeras flores". En esa recolección de flores, que dura aproximadamente unos 15 días, "se va a primera hora de la mañana a la plantación y se recogen las flores de manera manual". Luego, "se traen cuidadosamente en cajas a las instalaciones, se monda y posteriormente se tuesta".

El azafrán en Castilla-La Mancha "es uno de los cultivos apreciados desde hace muchos años", sostiene Beleña. En la antigüedad "se llegó a producir hasta 140.000 kilos y en la actualidad ha ido disminuyendo hasta los 500 kilos". Por ello, "de la mano de Endesa buscamos promover el cultivo y darlo a conocer, con el fin de irlo recuperando", explica.

Sinergia entre la industria y la agricultura

En un mundo donde la sostenibilidad es clave, Endesa ha demostrado que la innovación puede florecer en los campos. Esta iniciativa no sólo resalta la importancia del cultivo del azafrán, sino que también sirve como modelo para futuras colaboraciones entre la industria de la energía y la agricultura.

"Este tipo de instalaciones abren un camino laboral muy grande, contratando a empresas que trabajan en la zona"

De hecho, Juan José Tolosa, supervisor de la planta solar de Endesa en Minglanilla cuenta que "este tipo de instalaciones abren un camino laboral muy grande, contratando a empresas que trabajan en la zona y a personal local como yo".

De este modo la tecnología solar y una nueva sensibilidad a la hora de desarrollarla se unen al tesoro culinario de hebras cobrizas que ha tejido su historia en las cocinas de todo el mundo, otorgando a los platos un matiz de lujo y distinción, convirtiéndose en un pilar económico y cultural. Tradición y esfuerzo de quienes, con sus manos expertas, cosechan el "oro rojo" que distingue a Cuenca en el mapa agrícola y culinario.

Producido por EcoBrands.