El grupo Iberdrola continúa con su apuesta por la transición energética y la lucha contra el cambio climático mediante su inversión en energías renovables. Sin embargo, a pesar de que estos proyectos no emitan gases de efecto invernadero a la atmósfera, la construcción de instalaciones de este tipo debe disminuir los impactos que pudieran darse.
Es por ello que la compañía energética creó el Programa Convive, que nació con el objetivo de hacer de las energías renovables un modelo sostenible no solo en la descarbonización, sino que sea capaz de cohabitar con el entorno. Este plan tiene tres áreas principales de actuación: el desarrollo socioeconómico; proteger y mejorar la biodiversidad, con un menor impacto ambiental; y por último, la colaboración con terceros para mejorar ese impacto.
Uno de estos casos de éxito ha sido la planta fotovoltaica de Llanos Pelaos III, construida en la isla de Fuerteventura. Esta cuenta con una potencia de 7 MW, suficiente para abastecer de energía limpia a 4.000 hogares, y ha sido premiada con el Sello de Excelencia para la Sostenibilidad de UNEF, que reconoce las plantas de energía solar en suelo realizadas con los mayores criterios de integración social y ambiental.
Este Sello de Excelencia en Sostenibilidad fue creado en 2020 para difundir las buenas prácticas del sector fotovoltaico español, reforzando el compromiso del sector fotovoltaico nacional con una transición energética sostenible. Continuando con este trabajo, UNEF se ha convertido en la primera entidad que ha diseñado a nivel mundial un sistema propio para la certificación de la sostenibilidad de las instalaciones fotovoltaicas, dirigido a todas las empresas que puedan tener interés en obtenerlo, ya sean desarrolladoras, constructoras, propietarias o cualesquiera otras en el segmento de las plantas solares en suelo.
Llanos Pelaos III es el tercer proyecto de Iberdrola en lograr esta certificación, para la que se ha llevado a cabo una auditoría independiente, realizada por la empresa SGS, en la que se han valorado parámetros socioeconómicos, de preservación y restauración de biodiversidad y de economía circular, que responden al compromiso de esta empresa con la sostenibilidad económica, social y medioambiental.
La técnica de Iberdrola Renovables, Consuelo Álvarez, remarcó el papel del Programa Convive para la consecución de este tipo de reconocimientos y espera que en los próximos años "todos los proyectos de energía solar en suelo tengan y vean reconocidos sus excelentes estándares de integración con social y ambiental".
La innovación también es uno de los principios de Iberdrola y del Plan Convive. Y en la búsqueda de proteger el entorno, la compañía se dio cuenta de un factor aprovechable de la instalación de paneles fotovoltaicos: el cultivo de setas.
La instalación de Revilla-Vallejera, que opera en Burgos, ha sido la que ha acogido esta novedosa iniciativa de crear un cultivo de unos 200 metros y cuatro tipos de setas a la sombra de los paneles fotovoltaicos. A estas se unen las denominadas trufas del desierto, un término que agrupa a especies variadas de hongos que maduran bajo tierra.
En colaboración con la empresa productora de hongos Fungi Natur, arrancó así una acción que permite aprovechar el campo y la sombra de los paneles para fomentar el trabajo local y el desarrollo de la agricultura, al tiempo que se ahorra agua y se mejora la calidad de la cosecha. La fórmula es inmejorable: se produce energía limpia mientras se favorecen los cultivos propios de la región.
De esta manera, este proyecto se suma a otras experiencias con también buenos resultados, como la acogida de colmenas de abejas para producir miel ecológica en plantas solares, el cultivo de viñedos a la sombra de paneles fotovoltaicos, el pasto de ovejas y la instalación de nidos e instalaciones especiales para la cría de pájaros.
Pero las plantas fotovoltaicas de Iberdrola no solo acogen a las setas, sino también a los animales. Y es que un estudio de campo confirmó la presencia de una especie endémica, el topillo de Cabrera, en la instalación de Ceclavín.
Iberdrola, junto a EMAT (Estudios Medioambientales y Territoriales), inició en septiembre de 2022 esa investigación del terreno con el objetivo de caracterizar la zona de hábitat potencial del topillo, su correcta restauración y la colonización de las poblaciones de esta especie en estos parches de hábitat.
El trabajo finalizó a finales de junio con un resultado muy positivo. Revela que las zonas con presencia de la especie han aumentado notablemente, pasando de 4 y 7 localizadas en los estudios previos a 17 (de un total de 19 zonas que se marcaron como hábitat potencial al encajar con las características exigidas por la especie).
Para Alfredo Ortega, biólogo de EMAT, los resultados "han superado todas las expectativas y han confirmado no sólo una expansión y mejora del hábitat utilizado por el topillo de Cabrera, sino también la presencia de la especie en prácticamente todas las manchas de vegetación potencial presentes dentro de la infraestructura energética, con unas densidades realmente importantes". De esta manera, Jorge Romero, del equipo de medioambiente de Iberdrola Renovables, destacó el trabajo de la compañía "en tareas para la convivencia de especies y los proyectos renovables".
Los hábitats potenciales han mejorado su calidad con relación al estado previo a la construcción de la instalación. Ahora ese terreno se encuentra libre de pesticidas y elementos químicos que pueden afectar a la población de este roedor y encuentra un nicho ecológico cómodo que además atrae a otras especies predadoras como las rapaces.
La detectabilidad (tiempo en encontrar indicios de presencia reciente) se ha categorizado como alta o muy alta en todas las zonas de presencia, debido a que las poblaciones son muy abundantes, algo que no suele suceder.
El fototrampeo ha conseguido imágenes de buena calidad del topillo en todas las zonas de presencia. Al ser una especie categorizada como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la obtención de estas imágenes, así como los resultados de este estudio, tienen un alto valor científico.
Las estimaciones preliminares hacen pensar a los expertos que la población de topillo de Cabrera existente en la planta Fotovoltaica Ceclavín es muy relevante, pudiendo llegar a ser una de las mayores conocidas.
Producido por EcoBrands