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Cartagena, capital de los biocombustibles

  • ¿Te imaginas viajar en un avión propulsado por aceite de cocina usado? ¿O desplazarte en un autobús que funcione con biomasa?
  • La Región de Murcia se sitúa en el mapa mundial de la innovación y la generación de empleo sostenible
Ana Delgado

Para los griegos y los romanos la naturaleza era la residencia de los dioses y, por tanto, digna de adoración. A lo largo de los siglos, además, la naturaleza ha sido la referencia principal para cuestiones más terrenales: proveer de alimento, energía o refugio a todas las civilizaciones. Manteniendo la admiración de los clásicos y contando con la tecnología actual, podemos seguir aprovechando esos recursos mientras reducimos el impacto de nuestra actividad en el medio natural.

Uno de los paradigmas de esta evolución en el aprovechamiento de los recursos naturales es que hoy en día se pueden utilizar los residuos de la actividad ganadera o agrícola para convertirlos en combustible renovable. Es decir, combustible con una huella de carbono nula que no contribuye a aumentar la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera. A lo largo de su vida, las materias primas de origen orgánico con las que se producen ya han capturado el mismo C02 que emitirán cuando los utilice un vehículo. 

¿Te imaginas viajar en un avión propulsado por aceite de cocina usado? ¿O desplazarte en un autobús que funcione con biomasa? Estos combustibles renovables ya están en las estaciones de servicio, funcionan en los motores actuales y permiten aprovechar las instalaciones de repostaje y distribución habituales. Asimismo, son una alternativa inmediata para los segmentos del transporte más difíciles de electrificar (aviones, camiones o barcos) y, además, se van a empezar a producir en una instalación pionera en nuestro país.  

Primera planta de biocombustibles avanzados de la península ibérica

Este viaje para entender el futuro del combustible arranca en una ciudad con un importante pasado: Cartagena, conocida como Carthago Nova en la época de los romanos, es actualmente un enclave energético fundamental que pone a la Región de Murcia en el mapa mundial de la innovación. En el Valle de Escombreras, dentro del complejo industrial de Repsol, se trabaja para la puesta en marcha de la primera planta dedicada exclusivamente a la producción de biocombustibles avanzados de la península ibérica. 

Trabajadores en la Planta de biocombustibles avanzados de Cartagena. Imagen: Repsol.

Aunque esta empresa multienergética lleva estudiando y produciendo biocombustibles desde hace más de dos décadas, será en 2023 cuando arranque el primer proyecto capaz de producir 250.000 toneladas anuales de biocombustibles avanzados, fabricados con unas 300.000 toneladas de residuos orgánicos como los restos de poda o el aceite de cocina usado. Con este nuevo proceso de producción se fomenta el modelo de economía circular que aprovecha residuos que ya no son útiles para el consumo humano, evitando así la emisión de unas 900.000 toneladas de CO2 cada año. Para entender qué implicaciones tiene esta cifra, Emilio Mayoral, responsable de la puesta en marcha de la planta de Repsol en Cartagena, aporta varios datos de contexto: "Esta reducción de emisiones equivale a conducir 5.000 millones de kilómetros en coche o a hacer 28.000 vuelos Madrid-Dublín. "Podríamos compararlo también con la capacidad de absorción de CO2 que tienen 45 millones de árboles", explica.

Emilio Mayoral: "Esta reducción de emisiones equivale a conducir 5.000 millones de kilómetros en coche o a hacer 28.000 vuelos Madrid-Dublín"

En 2025, Repsol tendrá capacidad para producir 1,3 millones de toneladas de biocombustibles avanzados y más de dos millones en 2030. 

El complejo industrial de Cartagena afronta una transformación sin precedentes para convertirse en un polo multienergético desde el que producir estos nuevos productos. Según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), 55.400 personas trabajan hoy en el sector de la energía renovable en España y se prevé que sean 468.000 durante la próxima década

"La construcción y puesta en marcha de la planta de biocombustibles avanzados va a generar más de mil empleos", señala Laura Rodríguez, gerente de organización, planificación y servicios del complejo industrial de Repsol en esta ciudad. En estos mil empleos participan más de 240 empresas contratistas, de las cuales un 21% son empresas locales, más de un 22% regionales y alrededor de un 42% son de ámbito nacional, apunta Rodríguez. 

Este complejo es un motor de desarrollo fundamental para la Región de Murcia en el que trabajan cerca de 900 personas y que además genera alrededor de 500 empleos indirectos, que pueden llegar incluso a picos de 2.000 empleos en momentos de actividad intensa, según explica Rodríguez. 

Un reto sin precedentes para el talento y la tecnología

La producción de combustibles renovables impulsará en Cartagena el desarrollo tecnológico del sector y la preservación del empleo industrial de la zona, generando además nuevos puestos de trabajo de calidad y a la vanguardia de las tecnologías de producción de estos nuevos combustibles.  

Pero ¿cómo se pone en marcha un proyecto pionero de esta magnitud y que, además, va a fabricar un producto nuevo? La formación especializada es la clave. "La industria, en general, está demandando gente con un perfil muy analítico y con capacidad para interpretar datos", señala la gerente de organización de la planta. En este sentido, "para nosotros es muy importante la Formación Profesional, tanto dual (donde la teoría y la práctica se combinan entre la empresa y el centro formativo) como FP tradicional (en este caso, la formación se realiza primero en el centro formativo y, una vez completada, el alumno pasa a realizar sus prácticas en la empresa)". 

Laura Rodríguez: "La industria, en general, está demandando gente con un perfil muy analítico y con capacidad para interpretar datos"

"Hacemos mucho hincapié en que se tiene que impulsar esa formación profesional de calidad, porque muchas veces nos damos cuenta de que no tenemos tantos especialistas como quisiéramos", afirma Rodríguez al hablar de las perspectivas laborales del proyecto. Una tendencia que también corrobora el informe Perfiles más demandados en 2023, de Adecco, en el que el 53% de los responsables de recursos humanos aseguran tener dificultades para encontrar los profesionales que demandan sus empresas. El informe señala también dos grandes sectores donde ya escasean profesiones en el conjunto del territorio español: la informática y las telecomunicaciones, y los perfiles técnicos con titulación de FP asociados al desarrollo de la industria (electromecánicos, carretilleros, soldadores, o técnicos de mantenimiento). Así, en Cartagena, pero también con perspectiva nacional, las oportunidades para el talento se multiplican gracias a la transformación industrial y a la producción de energías y combustibles renovables.

Producido por EcoBrands.