Branded Content

Damm brilla con la revalorización de los recursos y los residuos

  • La compañía ha conseguido que el 90% de los residuos generados en la producción sean valorizables
Línea de producción de Estrella Damm.

En las últimas décadas, Damm ha apostado firmemente por reducir y revalorizar los residuos. Una labor que ha sido reconocida por el certificado Residuo Cero que otorga AENOR y que ya han logrado siete de sus centros de producción, como la fábrica de Damm de El Prat de Llobregat.

Una distinción que no es baladí, pues reconoce a las organizaciones que valorizan al menos el 90% de sus fracciones de residuos, dándoles una segunda vida y evitando así que tengan como destino final el vertedero.

"La consecución del certificado Residuo Cero de AENOR en siete de nuestros centros reconoce el trabajo que desde Damm llevamos años realizando para mejorar la sostenibilidad en toda nuestra cadena de producción. La compañía ha logrado valorizar casi 26.000 toneladas de residuos durante el último año", afirma Juan Antonio López Abadía, director del Departamento de Optimización Energética y Medio Ambiente de Damm. Un departamento que se creó en 2015 con el objetivo de afianzar el compromiso intrínseco de la compañía con la protección y el cuidado del medio ambiente.

Vista aérea de la planta de El Prat de Llobregat (Barcelona).

En este sentido, la compañía ha conseguido que el 90% de los residuos generados en la producción sean valorizables, apostando por la circularidad de materiales como el vidrio y el aluminio de las latas.

Además, el 100% de los envases de Damm son reciclables y más del 50% de envases de cerveza son retornables. Entre algunos de los ejemplos de la circularidad que consigue Damm se encuentran la utilización del residuo final del proceso de filtración de la cerveza como enmienda orgánica natural para los cultivos; la recuperación del dióxido de carbono de la fermentación, que se recupera para ser aprovechado nuevamente y, de ese modo, hacer que la planta sea autosuficiente en gas carbónico; o la transformación de las aguas residuales en energía que se autoconsume en el propio proceso productivo.

El valor de la circularidad

La apuesta de Damm por la sostenibilidad está presente en cada paso que la compañía ha dado desde su origen. De hecho, en 2020, la compañía puso en marcha un Comité de Sostenibilidad para alinear los objetivos medio ambientales de la compañía con los ODS.

Sala de brasaje de la fábrica de Damm en El Prat de Llobregat (Barcelona).

Ese constante trabajo realizado para minimizar su impacto medioambiental ha llevado a la compañía a consolidar la aplicación de un modelo circular como uno de los principales ejes de su política medioambiental. De este modo, Damm promueve la generación de valor para el planeta desde la circularidad y la revalorización del ciclo de vida de las materias primas y materiales que utiliza con el fin de darles un segundo uso.

Por ello, la compañía incentiva la economía circular en todos sus ámbitos, lo que permite la reutilización de subproductos obtenidos a través del proceso de producción. Un ejemplo de ello es la reutilización del 100% del bagazo que resulta del proceso de cocción de los cereales durante la elaboración de la cerveza. Este subproducto se suministra a las granjas para la alimentación animal, principalmente para las vacas, con el fin de devolver el cereal a la tierra y así cerrar el círculo.

Este último año se han podido reaprovechar 100.000 toneladas del bagazo generado en la fábrica del Prat de Llobregat (Barcelona). Un proceso similar se realiza también con la levadura extraída del proceso de fermentación, que posteriormente se convierte en alimentación animal.

Malta de cebada.

Gracias a este esfuerzo, Damm consigue generar un efecto positivo sobre la conservación de los recursos naturales y los ecosistemas.

REALIZADO POR ECOBRANDS

Este contenido ha sido elaborado por EcoBrands, unidad Branded Content de elEconomista.es para Damm.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky