
De acuerdo con un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) existen un 50% de probabilidades de que, en los próximos cinco años, la temperatura media anual del planeta supere en 1,5ºC los niveles preindustriales de forma transitoria, superándose el límite inferior del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático.
Para evitar esto y contener el calentamiento global, la única solución es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, un aspecto en el que es necesario la colaboración de los agentes sociales y, especialmente, de las empresas.
Shell Energy, la división de energía del Grupo Shell, está comprometida a ser un actor principal en el progreso hacia la descarbonización, poniendo toda su capacidad de impacto al servicio de la transición energética para contribuir con cero emisiones netas a la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
En la actualidad está presente en seis países en Europa (Reino Unido, Países Bajos, Alemania, Italia, Turquía y, por supuesto, España) y centra su actividad empresarial en el desarrollo de soluciones energéticas totalmente integradas bajas en carbono, que ayudan a sus clientes y a ellos mismos a cumplir con los objetivos de descarbonización y de cero emisiones netas.
En España, Shell Energy es hoy un operador estratégico en el mercado energético del país, gracias a que posee un equipo que busca las mejores soluciones energéticas diseñadas para responder a necesidades y desafíos específicos. Su objetivo es acelerar la transición energética, alcanzando el cero neto en todas sus operaciones y desarrollando diversas soluciones energéticas para acompañar a los clientes industriales en su propia ruta hacia la descarbonización.
"Nuestra responsabilidad se extiende más allá de lo que podemos hacer en términos estrictos de nuestra propia actividad; no solo queremos alcanzar el cero neto en todas nuestras operaciones, sino contribuir a acelerar la transición energética en los mercados en los que operamos, sector por sector", explican desde la empresa.
Para ello tienen un plan minuciosamente estudiado: su estrategia Powering Progress (Impulsando el progreso), que tangibiliza de forma concreta ese compromiso para transformar su negocio y proporcionar más soluciones de energía y más limpias, como la electricidad proveniente de la energía solar y eólica, y otras como hidrógeno y biocombustibles.
Experiencia necesaria
La estrategia Powering Progress está dirigida a acelerar la transformación de Shell en un proveedor de soluciones energéticas de cero emisiones netas, impulsada por el crecimiento de sus negocios orientados al cliente. Su estudiada asignación de capital y un enfoque riguroso generará valor para los accionistas, los clientes y la sociedad en general.
De esta forma, Powering Progress se divide en tres pilares. El primero de ellos es el crecimiento, que está centrado en ayudar a los clientes a acelerar su transición al cero neto incluyendo el suministro de energía, hidrógeno, biocarburantes, carga para vehículos eléctricos, soluciones basadas en la naturaleza, así como captura y almacenamiento de carbono. El segundo es la transición, con tres áreas de negocio (Gas Integrado, Productos Químicos y Productos para negocios) que generan un flujo de efectivo sostenible. Por último, las actividades Upstream, que proporcionan el efectivo y los beneficios necesarios para financiar las distribuciones a los accionistas y la transformación de la compañía, procurando suministros vitales de petróleo y gas natural.
Con todo ello, persiguen el objetivo de vender alrededor de 560TWh de energía anuales para 2030, duplicando sus volúmenes actuales, además de suministrar electricidad a más de 15 millones de clientes minoristas y empresariales en todo el mundo. Y, para conseguirlo, ofrecen más opciones de energía renovable y baja en carbono mediante inversiones de energía eólica, solar, carga de vehículos eléctricos e hidrógeno, entre otras.
"En Shell Energy somos capaces de suministrar la energía que el mundo necesita hoy –afirma la empresa-, al mismo tiempo que aumentamos nuestras inversiones en energías más limpias y llevamos a cabo la transición para conseguir las cero emisiones netas Todo ello lo alcanzaremos manteniendo una disciplina financiera y un balance sólido, para que nuestra compañía siga siendo fuerte, resiliente y esté preparada para aprovechar las oportunidades de la transición energética".
Entre las principales fortalezas de Shell Energy, destaca su estrecha relación con sus clientes, además de sus actividades comerciales de primera categoría y su modelo de negocio integrado que produce, compra, comercializa, transporta y vende energía en todo el mundo.
Trabajando de forma conjunta para alcanzar el cero neto
Desde Shell Energy se muestran convencidos de que las cero emisiones netas pueden alcanzarse trabajando de forma conjunta y aunando esfuerzos como sociedad. Y, desde su lado, actúan en dos frentes: comprendiendo las nuevas necesidades energéticas para diversificar las soluciones que ofrecen a sus clientes, ayudándoles a descarbonizar sus sectores, negocios y comunidades mediante una cartera de soluciones integradas que engloban electricidad, gas natural y soluciones energéticas renovables (como electricidad 100% verde, CPPAs (Corporate Power Purchase Agreement), gas natural compensado y energía solar fotovoltaica), que les permitan seguir creciendo en sus negocios de forma sostenible. Y, también, ayudando a transformar toda la cadena de valor mediante la construcción de un negocio de energía interconectado a través del cual producen, comercializan, almacenan y suministran energía directamente a los clientes, alimentando hogares, empresas y vehículos. Así, su presencia en toda la cadena de valor de la energía permite que diseñen soluciones integradas, ayudando a sus clientes a aumentar la eficiencia y reducir las emisiones y los costes.
"Como una de las compañías de energía integrada más grandes del mundo – explican-, debemos dar ejemplo a través de nuestras acciones. Para ello, la colaboración con los distintos organismos, autoridades y empresas es clave para conseguir juntos los objetivos de descarbonización. Un cambio de mentalidad fundamental para garantizar que la transición energética se realice de una manera sostenible de forma que no deje a nadie atrás".
En definitiva, Shell Energy forma parte de la industrial global, lo que significa que conocen la situación de este sector y el importante papel de cada equipo local en la consecución de sus objetivos. Por ello, trabajan en estrecha colaboración con sus equipos regionales, para adaptar sus soluciones y estrategias locales.
REALIZADO POR ECOBRANDS
Este contenido ha sido elaborado por EcoBrands, unidad Branded Content de elEconomista.