
El pasado lunes 10 de octubre se celebró el Día de la Salud Mental en más de 100 países, con el objetivo de visibilizar la situación de las personas que padecen este tipo de problemática.
Este colectivo se enfrenta a una serie de dificultades en su día a día, entre las que destaca la dificultad para introducirse, o volver, al mundo laboral.
Por ello, Fundación "la Caixa", añadió una línea específica dedicada a la Salud Mental dentro de su Programa Incorpora, el cual se puso en marcha en 2006, para hacer frente al reto de acompañar y capacitar a las personas en riesgo de vulnerabilidad, reconociendo sus potencialidades y preparándolas para entrar en el mercado de trabajo.
Durante los diez años que ha estado en funcionamiento esta rama del programa, ha realizado acciones para facilitar la ocupación de estos individuos, proporcionando el apoyo necesario tanto a la empresa como a la persona y combatiendo el estigma que existe sobre los problemas de salud mental en el trabajo.
Así, Fundación "la Caixa" ha logrado más de 17.000 inserciones laborales. Concretamente, solo en 2021, el programa atendió a 5.960 personas con problemas de salud mental y consiguió 2.547 inserciones laborales, todo ello de la mano de 411 entidades sociales vinculadas al programa Incorpora, de las cuales más de 30 son referentes en salud mental.
Entre las tareas que efectúan los técnicos de inserción laboral se incluyen la prospección de empresas, el seguimiento del proceso de formación de la persona beneficiaria, el acompañamiento laboral de las personas insertadas, el asesoramiento a las empresas contratantes para facilitar el ajuste de las personas a las características de los puestos y el fomento de la colaboración de nuevas empresas con el programa.
La salud mental de una persona puede verse afectada por diversas circunstancias, ya sean de naturaleza individual o social. Esto puede desembocar en problemas de salud mental, que se manifiestan como una disfunción del pensamiento, las emociones o el comportamiento de la persona y que en cada caso afectan de un modo diferente. Las estadísticas muestran que una de cada cuatro personas experimentará un problema de salud mental a lo largo de su vida.
Trabajar y contar con una rutina laboral facilita que la persona estructure su proyecto de vida y le otorga un rol activo en la sociedad, lo cual aumenta su autoestima y bienestar. En el caso de las personas con problemas de salud mental, el empleo es además un elemento clave en su proceso de recuperación. Desafortunadamente, a menudo la falta de conciencia social, la discriminación, el prejuicio y el estigma asociado a la salud mental conlleva que estas personas sean uno de los grupos de población con una tasa de desempleo más elevada.