Deberíamos ver más rebote. Lo preocupante sería una recaída que lo perfore.
Junio ha sido duro. ¿Pero ha sido tan grave lo sucedido como parece desprenderse del humor general? La respuesta es no. Al menos por ahora. Sin embargo, conviene recordar que todo esto pasa en lo que he denominado resistencias épicas.
Los fuertes retrocesos mensuales vividos dejan al Ibex bajo la directriz bajista que viene desde 2007, al Dax bajo los altos 8.150 puntos que detuvieron al índice en 2000 y 2007, y al EuroStoxx bajo sus máximos de 2011 si atendemos al índice que incorpora el dividendo; como debiéramos hacer siempre en procesos de largo plazo. El Ftse y el Dow Jones Industrial han sido desigualmente frenados en la zona de resistencia creciente que une los altos de 2000 y 2007 en sus versiones total return. El Nasdaq también ha visto cómo le frenaba una importante resistencia de medio plazo que es filtro a ruptura alcista de orden superior.
Lo acontecido es preocupante, pero no es relevante en tendencia. Difícilmente cabía otra cosa ante semejantes dificultades considerando la sobrecompra de corto plazo que mostraban algunos índices clave tras rallys como los vividos desde mediados de octubre de 2012. Este era el caso de Frankfurt, Londres, París o Nueva York.
Por el momento no tenemos estructuras bajistas llamativas de modo generalizado. Si el mercado norteamericano planteaba algún patrón envolvente mensual el lunes, todo quedó en simple corrección ayer al cierre mensual. La directriz alcista de corto plazo del Nasdaq se ha ofrecido a los alcistas en Wall Street, donde el descenso parece un zigzag; una justa pauta correctiva tras un notable movimiento previo de corte comprador capaz de hacer historia. En Europa, índices como el Ibex y el EuroStoxx han caído hasta su primera zona de soporte en tendencia. Pero caer un 10 por ciento cuando has subido descomunalmente durante los meses previos no altera el fondo de la cuestión. Deberíamos ver más rebote. Lo preocupante sería una recaída que lo perfore...
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