
La banca europea tiene un problema de exceso de capacidad y de escasa rentabilidad que anima a las fusiones en Europa. Pese al interés del regulador en promover las integraciones trasfronterizas para mejorar la Unión Bancaria, las entidades financieras muestran su escaso interés por la falta de oportunidades significativas que les permitan mejorar su rentabilidad.
Una de las razones para esta falta de interés es el ya comentado exceso de capacidad en Europa. El tamaño del sector bancario en la zona euro es aproximadamente del 280% del PIB, comparado con el 91% en los Estados Unidos.
La rentabilidad se ha mantenido moderada desde la crisis financiera mundial, en Europa es del 4,5% frente al 9% en el que se sitúa para la banca estounidense.
Pese a la racionalización del número de oficinas en los últimos años, Europa sigue teniendo un despliegue muy superior al de EEUU, de hecho mientras que en el área euro hay 44 oficinas por cada 100.000 habitantes, en Estados Unidos esta cifra se reduce a 26 oficinas.
Además, los indicadores de eficiencia como los ratios de ingresos (alrededor del 69% en la zona del euro y el 60% en EE. UU.) hacen que las operaciones sean necesarias para tratar de mejorar la rentabilidad del negocio.