
Bankia ha tenido que reajustar su plan de negocio para poder cumplir con las expectativas para este año a raíz de una lentitud mayor de la esperada en la subida del euribor como consecuencia de la política monetaria aplicada por el BCE.
La entidad financiera va a acelerar al máximo posible los ahorros de costes derivados de la absorción de BMN, va a incrementar las políticas de recuperación de activos morosos y va a llevar a cabo una gestión más activa de la cartera de deuda públicas.
Con estas palancas pretende compensar la desviación que causa una menor alza del euribor este año en el margen de intereses y lograr, así, unos beneficios anuales superiores a los de 2017, que alcanzaron los 816 millones sin tener en cuenta los efectos de la fusión con el otro banco que había sido nacionalizado.
El grupo que preside José Ignacio Goirigolzarri tiene previsto cosechar unas sinergias de 100 millones en el conjunto del año por la integración de BMN, frente a los 66 millones proyectados. Esta mejoría se debe sobre todo a que el recorte de la plantilla pactado con los sindicatos, de unos 2.000 trabajadores, culminará en diciembre, seis meses antes de lo que estaba previsto en el proyecto.
Con la compraventa de bonos del Estado también intentará cosechar mejores rendimientos y aprovechar las plusvalías que generan ahora algunas emisiones del pasado. Asimismo, con una estrategia de recobro de créditos insolventes, gracias también al avance de la economía, espera poder cumplir con las expectativas.
Bankia tenía la esperanza de que el euribor dejara atrás o se situara cerca del 0%
El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, admitió que el euribor se ha comportado peor de lo calculado en febrero, cuando se presentó el plan estratégico a tres años, debido al enfriamiento de los mensajes del BCE sobre una subida de tipos, que se ha retrasado unos dos trimestres. Ahora el mercado confía en que el primer movimiento para la normalización monetaria llegue después del próximo verano.
En el plan estratégico, Bankia tenía la esperanza de que el euribor dejara atrás o se situara cerca del 0%, un nivel que probablemente se quedará lejano. En la actualidad, pese los repuntes de los últimos cinco meses, este indicador -que modifica la mayor parte de los créditos en nuestro país- se sitúa en el -0,166%.
Bankia, al igual que para este año, mantiene los objetivos fijados para 2020, porque aunque el euribor se esté comportando peor, en algún momento el BCE moverá ficha y es posible que cuando lo haga los tipos crezcan más rápido. Para 2020 la entidad estima que la tasa a la que están referenciados los préstamos variables ascenderá el 0,73%. Con este nivel su margen de intereses alcanzará los 2.900 millones, un 26% más que en 2017.
Es uno de los bancos que más depende de la evolución del euribor, ya que el 83% de su cartera crediticia es a tipos variables, por lo que en el corto plazo una peor evolución está provocando una cierta presión a los ingresos proyectados.