Banca y finanzas

Los bancos recortan más morosos hasta junio que en todo 2017

Foto: Archivo

Los bancos están acelerando la limpieza de su balance, hasta el punto que durante el primer semestre de este año el recorte de los créditos morosos ya supera la disminución realizada en todo 2017.

Las entidades que operan en nuestro país han mermado los impagos de clientes en 18.917 millones de euros hasta junio, 800 más que en el conjunto del ejercicio pasado.

El sector financiero está aprovechando la demanda de los fondos por este tipo de activos dañados y están incrementando la venta de carteras. Precisamente, en la reducción de los seis primeros meses hay que tener en cuenta que incluye la desinversión realizada por el Santander de préstamos insolventes del Popular en el marco de la operación con la que se deshizo de prácticamente todos los improductivos del banco adquirido en junio de 2017. Esta transacción incluyó los créditos inmobiliarios deteriorados y todos los pisos, suelos y edificios de la que era la sexta mayor entidad española.

El descenso de morosos, que alcanza el 20% del total, también obedece a la recuperación de al economía y a los esfuerzos que realiza el sector por aumentar el volumen de recobros con una política proactiva.

Tras esta nueva limpieza del balance, el importe de préstamos dudosos retroceden a 75.258 millones de euros, con lo que la tasa impagados se limita al 6,4% de total de financiación concedida a empresas y familias, un nivel no visto desde mediados de 2011.

En los últimos años, el Banco Central Europeo (BCE), en su labor de supervisor del sector, ha venido apremiando a todas las entidades a reducir a la mayor velocidad posible los improductivos. La banca está siguiendo las recomendaciones del organismo comunitario con el fin de quitarse un lastre a su cuenta de resultados y elevar la rentabilidad. De hecho en los últimos meses, tanto CaixaBank como Sabadell han anunciado acuerdo para desprenderse de buena parte de los activos deteriorados. La primera ha informado que se deshará de todos los inmuebles en cartera, por un valor bruto de más de 13.000 millones, mientras que el Sabadell ha explicado que ha pactado la venta tanto de créditos insolventes como de sus inmuebles por un importe bruto superior a los 12.000 millones. Con anterioridad, además del Santander, BBVA desaguó todos sus pisos, edificios y terrenos.

Otras entidades están apostando más por colocación a terceros de carteras de menor volumen en su estrategia de disminuir los activos tóxicos. Los créditos morosos alcanzaron su máximo en 2013, cuando rozaron los 200.000 millones de euros sin tener en cuenta el traspaso que hicieron los bancos que fueron ayudas públicas para sanearse.

La tasa de morosidad, que superó el 15% en el peor momento de la crisis, ha descendido, pero su caída se ha visto limitada porque el total de créditos sigue aún bajando, en contra de lo que ocurre en la mayoría de países de la zona euro.

El volumen de crédito siguió cayendo en junio por las amortizaciones de hipotecas

A pesar de que los nuevos préstamos sí están creciendo, incluso a tasas superiores al 20% como en el segmento de consumo, el stock de financiación que acumula el sector bancario en su balance baja aún a un ritmo interanual cercano al 3%.

El saldo crediticio se situaba en junio, según los datos del Banco de España, en 1,174 billones de euros. La cifra sigue descendiendo como consecuencia de las amortizaciones de las hipotecas, cuyo volumen todavía está menguando, y por la mayor colocación de deuda en el mercado por parte de las grandes empresas, que ven en la emisión de bonos y obligación precios más atractivos.

El endeudamiento bancario de la familias y la industria ha descendido desde sus máximo de 2008 en un 34,3%. Entonces, los créditos rozaban los 1,8 billones. Desde entonces, el importe no ha dejado de caer debido a la crisis y al cierre de la financiación.

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