Banca y finanzas

BBVA confía en una remontada del 16% de la lira este año para cumplir sus objetivos

Sede de BBVA. Foto: Archivo

BBVA confía en una remontada de la lira hasta final de año. La entidad, en sus recientes previsiones correspondientes al tercer trimestre del ejercicio, espera en su escenario central que la divisa otomana cierre 2018 con una cambio de 4,8 unidades frente al dólar y, poder así, cumplir con los objetivos financieros de su filial, para la que prevé rendimientos sobre el capital del 17%.

En la actualidad, tras la recuperación de las tres últimas sesiones, la lira se sitúa en una conversión de 5,7 frente a la moneda estadounidense. De esta manera, para que alcance el nivel estimado por el grupo español debería avanzar otro 16%. Desde el pasado lunes, que fue negro, la moneda se ha sobrepuesto con un alza de algo más de un 20%.

La previsión de BBVA está fechada el 30 de julio, antes del hundimiento de la divisa turca pero en plena incertidumbre sobre la evolución del país. Ya el banco central del país se había negado a subir los tipos oficiales para contener la sangría en contra de lo que vaticinaba el mercado, un hecho que desencadenó la tormenta vivida en las primeras semanas de agosto.

Si finalmente la lira se aprecia hasta el nivel aventurado por el banco español concluirá el año con un descenso frente al dólar del 21% con respecto a diciembre de 2017. Esta tendencia bajista se mantendrá, según estima el servicio de estudios de BBVA, ya que en 2019 se contraerá hasta un cambio de 5 unidades.

El grupo español es el más expuesto de Europa al devenir de Turquía, para el que algunos expertos no descartan que vaya a tener que adoptar medidas drásticas -como un rescate financiero o la imposición de un corralito- para atajar la crisis que padece. BBVA cuenta con el control de Garanti, la tercera filial que más contribuye a su negocio y beneficios.

El banco asegura que el impacto de la situación será limitado ya que cuenta con coberturas para el 50% de los beneficios previstos en el país otomano, para una parte de su cartera de deuda y para el impacto en su capital. De esta manera, BBVA podría dejar de ganar un máximo de unos 400 millones de euros en el escenario más adverso en 2018.

El miércoles la agencia Moody`s echó un capote a BBVA al considerar que las consecuencias serán leves y que puede manejar sin grandes problemas la evolución de los acontecimientos en Turquía.

El grupo que preside Francisco González espera que la economía del país se deteriore y crezca en torno al 3,8%, frente al 4,5% proyectado en un principio, además de que el incremento del crédito se modere y la morosidad repunte.

BBVA, en todo caso, es un banco diversificado geográficamente que, además, cuenta con un modelo de autosuficiencia de todas su filiales. De hecho, el jueves hizo una defensa encendida de su este esquema de autonomía que puso en marcha a finales de los años noventa y principios del nuevo siglo como consecuencia de los efectos de la crisis de Argentina.

El grupo consideró que este esquema evita posibles contagios en caso de que se produzca una crisis en una de sus franquicias, como está ocurriendo en la actualidad con Garanti, la división que controla en Turquía. Sostuvo que es una de las pocas entidades en Europa que adopta este modelo frente al de sucursales que utiliza la mayoría.

El banco español ha invertido en Garanti unos 7.000 millones de euros desde el año 2010

En este contexto de inestabilidad, la filial turca ha empeorado sus estimaciones de aumento de la actividad crediticia como consecuencia del enfriamiento del PIB, de la horquilla de entre un 14 y un 15% a un tasa inferior del 14%. También ha revisado la tasa de impagos, ya que ésta podría deteriorarse hasta el 4,5% frente al 3% de sus anteriores previsiones para 2018, que datan de finales del ejercicio pasado. En junio, los préstamos insolventes ascendían al 3,4%.

El banco español ha invertido en Garanti unos 7.000 millones de euros desde el año 2010 para hacerse con casi el 50% de sus acciones. Con el descenso de la cotización a lo largo de este ejercicio, la participación apenas tiene un valor de 1.811 millones, por lo que la minusvalía latente que acumula roza los 5.200 millones.

Ya en 2014 hizo una depreciación del 25% de la porcentaje que controlaba en ese momento de más de 1.800 millones. A día de hoy tiene contabilizado en libros los títulos que ostenta en la entidad turca en 4.400 millones, muy por encima del precio que marca el mercado bursátil.

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